21 abr 2012

Quizá

Txerra Cirbián
En todos los años que llevo trabajando como periodista nunca, como ahora, me había encontrado en la tesitura de ver convertida en noticia una posibilidad, un quizá…

Estos últimos tiempos me estoy encontrando con rumores trasladados a titulares, sobre todo en medios digitales, pero también en prensa de papel. Es en estos ámbitos donde más se nota: queda escrito, si bien el digital puede rectificar en un segundo.

En la radio se dicen tantas cosas, que puede colar como tal… Y en la tele puede convertirse en un divertido vídeo esgrimido en cualquier programa de humor.

Twitter nos está llevando hacia un callejón en el que todos nos damos de codazos por el hecho de tuitear el acontecimiento que, creemos, está a punto de producirse.

Antiguamente, las agencias se disputaban el prurito de ver quién daba primero una determinada noticia: una muerte, un nacimiento, un cese, un nombramiento… Ahora, que el poder suelta la bomba informativa cuando le place, sólo nos queda la filtración, el informante situado en el puesto clave, para tuitearlo con rapidez.

No hace mucho, la BBC aconsejaba a sus periodistas que primero explicaran lo que sabían en casa antes de explicárselo al mundo.

Es evidente que se ha de estar atento a la posibilidad de que salte una noticia, pero siempre he pensado que lo mejor para nuestros lectores, oyentes o espectadores es ofrecerle la mejor información posible, la más contrastada.

La rapidez no siempre la garantiza.

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