15 dic 2012

La industria de los medios ha desaparecido

Jordi Pérez Colomé
Hace unas semanas se confirmaron los nombres de los periodistas que estaban afectados por el ERE de 'El País'. Hace un par de días cerró 'The Daily', el periódico para iPad de News Corporation, la empresa de Rupert Murdoch. El 'Cleveland Plain Dealer', uno de los principales periódicos de Ohio, anunció hace unos días el despido de un tercio de su plantilla de 168 personas.

Son tres medios de épocas, países y tamaños distintos. Pero tienen en común que su industria desaparece. Podría hacer listas así cada día. En este imprescindible
ensayo de 100 páginas, los profesores Clay Shirky, Emily Bell y C. W. Anderson escriben: “Ya no hay nada que pueda ser descrito como ‘una industria’ para que entren los periodistas individuales”.

Hace unos días me entrevistaron sobre Obama unos estudiantes de la Universidad Autónoma de Barcelona. Al acabar, me hicieron la pregunta más temida: “¿Qué nos aconsejas para empezar?” Mi consejo tradicional era: “Tomad experiencia por ahí, ved qué se hace mal y hacedlo mejor por vuestra cuenta”. Pero ya no puedo decir eso: ¿qué medio contrata a jóvenes para que cojan experiencia? Así que dije: “Montad algo que os guste”.

Quizá el mejor camino es una combinación de los dos: quien encuentre algo que lo aproveche; quien no, que haga algo por su cuenta. El detalle más importante es que esos jóvenes ya no serán nunca periodistas de un buque inexpugnable como 'El País', aunque trabajen en 'El País'. La tele y la radio durarán más, pero no para siempre.

Las instituciones periodísticas seguirán ahí, pero serán más pequeñas y menos cómodas. Ahora hay que hacer más con menos y, sobre todo, distinto. Dudo que las grandes redacciones sepan dirigir y adaptarse a un cambio así. Cada vez que hablo sobre esto con un amigo que está en una gran redacción me hace una mueca de “lo veo crudo”.

De momento, en España, no he visto ninguna novedad espectacular. Sí que he visto mucho prometedor en el bando de nuevas pequeñas instituciones que surgen haciendo desde el principio más con menos.

'The Daily' era un periódico encerrado en un iPad. En Twitter nunca vi enlazado una noticia al 'Daily'. Es un aviso para los medios que piensan en muros de pago. Pero el problema del 'Daily' es otro: hay que pagar para financiar algo entero de lo que solo me interesa con suerte un 20%, y que ya encuentro por ahí.

Yo era lector de revistas. Ahora soy lector de artículos de revistas y periódicos. La diferencia es que no leo todo un medio entero para encontrar lo que me interesa. ¿Me pierdo algo? Seguro. Pero encuentro otras cosas más interesantes. Leo mucho 'New York Times', Reuters o 'Wall Street Journal', pero también mucho de 'TPM', 'BuzzFedd' o 'Daily Caller'. También suelo leer de 'Haaretz', 'Egypt Independent', 'Now Lebanon' o 'Today’s Zaman'.

¿Cómo llego a esos medios y otros? Por email y por twitter. Cada día recibo newsletters del 'New York Times', 'TPM', 'Foreign Policy', 'Washington Post', 'Politico' y 'The Hill' y ojeo twitter sin parar (“Twitter es la herramienta más útil para periodistas desde la invención del teléfono”, dicen con razón Shirky, Bell y Anderson). Allí veo los titulares y leo y guardo lo que me interesa.

Como todo el mundo, pago menos por mi información en 2012 que en 2005. Es un problema grave para los periodistas. El periodismo ha vivido siempre de la publicidad, no de sus lectores. Ahora los anunciantes se han ido a buscarse la vida con otras estrategias más eficaces y más baratas.

¿Cómo harán todos estos medios para sobrevivir con lectores que picotean? Cada cual tendrá su opción y no habrá ninguna varita mágica. Eso quiere decir que las empresas con cientos de redactores son hoy inviables. Habrá más medios de menos periodistas, donde cada periodista aporte algo y el tema se acote (ya se crean
medios de un solo tema de actualidad).

La protección del gran medio ya no será suficiente. Un artículo en el 'ABC' puede presumir de estar en el 'ABC', pero no se podía saber cuánta gente lo había leído entero. Por suerte. Pero ahora sí. Eso no quiere decir que se valoren solo los clics. Este blog tiene menos clics que muchos y no siento que no se valore. Los objetivos son distintos y hay espacio para todos.

No entiendo los
lloros por el periodismo de antes. Era una época dorada porque los periodistas vivían mejor, no porque se hiciera mejor periodismo. Quizá hoy es menos variado, pero las bases para leer piezas mejores están ya puestas.

Los lectores tampoco son solo lectores. Me tomo con cuidado cada post de este blog porque sé que el primer comentario puede dejar todo el trabajo en nada. Mi ventaja como periodista no es que sepa más, sino saber buscar la información -saber dónde o quién es interesante y cómo puedo llegar a él- y saber contarla.

(La
estrella del periodismo de 2012, Nate Silver, que con métodos estadísticos acertó el resultado de las elecciones norteamericanas, no se hizo famoso solo por ser el único en haber logrado esa proeza --hay más--, sino por saber explicarlo, intuir la noticia y fijarse en los detalles, como un buen periodista.)

Los periodistas estamos más expuestos. Internet nos ha puesto al nivel de otros que saben más. Las grandes instituciones no nos protegen. Pero están todas las pequeñas instituciones por hacer. No serán una industria, pero serán un negocio.



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