9 sept 2015

Sobre la praxis de recibir el ok del entrevistado

Júlia Sousa
Felipe González desde hace 15 días es noticia, primero por su carta a los catalanes publicada en 'El País', después por la entrevista que se le hizo en 'La Vanguardia' y ahora, porque se desdice de lo que se publicó en el diario catalán. Que si Catalunya es una nación o no, que si lo he dicho o no, que si me han malinterpretado… nunca unas declaraciones del presidente González habían creado tanta polémica, desde que dejó la presidencia del Gobierno . Bien, pero el tema de este artículo no piensa analizar esta refriega de desmentidos, sino un
hecho crucial en el que nos vemos involucrados los periodistas.

¿Hasta qué punto es lícito, ético y deontológico que un periodista deba entregar una entrevista al protagonista antes de ser publicado por el periódico, para así tener su consentimiento definitivo? Digo esto porque Enric Juliana, periodista que realizó la entrevista a Felipe González, ha realizado varios tuits alegando que entregó dicha entrevista a la oficina del expresidente antes de su publicación y que éstos respondieron que no había nada qué objetar. También alude Juliana a que esta labor es una praxis habitual en la profesión desde hace muchos años. Es cierto que algunos políticos y empresarios piden ver la entrevista antes de su publicación. Es cierto que desde hace años se hace. Pero también es cierto que es una mala praxis, porque si la entrevista es real y además se graba ante el sujeto entrevistado, nada hay que temer por ambas partes. Yo solo en dos ocasiones consentí dejar leer la entrevista antes de su publicación y en una de esas ocasiones fue por exigencias de mi director. Nunca me gustó esta praxis, porque demuestra desconfianza, bien hacia el periodista, bien hacia las afirmaciones que puede hacer el entrevistado. Siempre se ha dicho que una cosa es hablar y otra muy distinta escribir. Y es cierto. La palabra escrita tiene una contundencia que nunca podrá tener la hablada, por una razón muy sencilla, lo escrito queda, las palabras se las lleva el viento, como siempre se ha dicho. Enric Juliana es un gran periodista a quien sigo periódicamente, por eso, me sorprende que encuentre normal esta praxis, como él mismo dice. El sujeto a entrevistar tiene la libertad absoluta para aceptar o denegar una entrevista que se le pida y el periodista tiene la libertad de encauzar la entrevista como crea necesario, siempre ateniéndose a las respuestas obtenidas. Así las cosas, partiendo de esta base de duplicidad de libertades, no suscribo la 'praxis' que por habitual no quiere decir que sea de recibo.

3 comentarios:

  1. "...por habitual no quiere decir que sea de recibo..." ni lo contrario.
    Saludos.

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  2. No sóc llicenciat en periodisme. Però sí en Dret. No obstant, trobo lògic i intel·ligent que una vegada redactada i editada, abans de la seva publicació, es lliuri una còpia a l'entrevistat. Precisament per evitar malentesos.

    D'altra banda, Felipe González es va cobrir de glòria. Va quedar com un mentider sense personalitat. A més, covard davant si mateix, els barons del PSOE i, sobretot, la part dèbil, el bon periodista Juliana. Va arribar a ser molt matusser, tot i la seva extraòrdinaria parola. Home d'excel·lent verb el senyor González, això sí. No obstant, maldestre i acoquina, tot i ser un referent respectat per gran part de la ciutadania.

    Per què es va estimar més mentir, atacant al periodista, que no pas rectificar o deixar les coses com estaven a l'entrevista? Només ell ho sap.

    Però ja se sap, tota baixesa es vàlida davant Catalunya. Tothom s'atreveix a fer el que mai faria respecte a una altre qüestió. Sempre ha estat així tant per part de la dreta com de l'esquerra espanyola. Cap novetat en aquest sentit.

    Fèlix Torras

    Politòleg especializat en anàlisi política

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  3. I el darrer apunt. En conseqüència, ha quedat retratat com un polític capaç de girar-se a tots els vents. El señor Juliana li va fer una entrevista. I el senyor González va quedar retratat per aquesta com a gran estadista de l'artifici. Es deuria pensar que el senyor Juliana és un ninotet que no el desemmascararia. Va cometre un error de càlcul. Tot plegat, molt humà.

    Fèlix Torras

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