28 jun 2012

Oportunidad perdida

José Sanclemente
El miércoles asistí en el Parlamento catalán a una sesión sobre Comunicación política y crisis de valores organizado por la recién creada Asociación Catalana de Comunicación y Estrategia Políticas. Al parecer esta asociación tiene como fín acercar a los políticos a la sociedad civil, es decir a los ciudadanos, que consideramos, según las encuestas, que el tercer problema que tenemos tras el paro y la crisis económica son nuetros políticos. La mesa la presidía el fundador y presidente de la asociación, Agustín de Uribe Salazar, la presidenta del Parlamento catalán, Nuria de Gispert y el secretario de Comunicación de la Generalitat, Josep Martí.

La máxima autoridad parlamentaria, y segunda catalana, inauguró la sesión en la que doctores en ética periodística y periodismo y asesores de comunicación (uno privado y otro de la rama pública) hacían breves ponencias de diez minutos.
 

Creo que en la sala, aparte de algunos diputados, habían varios dircom, estudiantes de periodismo y digamos que comunicólogos en general.

Sobre la suntuosa sala con micrófonos individuales que invitaban a la participación planeaba la famosa cantinela de que los políticos no consiguen llegar con sus mensajes a los ciudadanos. Se quejaba la presidenta del Parlamento, mujer curtida y experimentada en lo público, de que los medios de comunicación suelen recoger solo algunas de sus declaraciones y que éstas suelen ser las menos acertadas, lo que la llevaba a arrepentirse muchas veces de haber dicho lo que ha dicho o de cómo lo ha dicho y de cómo ha sido interpretado por los medios, y ensalzaba que esta asociación, que pretende valorar el papel de los políticos en la sociedad, tuviera esta inciativa de proximidad tan necesaria para superar este divorcio.

 
Pues señores de la asociación procomunicación política y señora presidenta, deberían ustedes haber pactado con los políticos que deberían haberse quedado hasta el final del debate que ha habido con los asistentes (la sociedad civil) si lo que pretenden es conectar con ella.

Pero no, la presidenta lanzó su discurso inaugural y se marchó a los pocos minutos pasando por delante de los civiles de a pie, y el secretario de Comunicación se fue tras escuchar al último ponente y un minuto antes de que se abriera el micrófono para dar paso a las opiniones de los participantes.

En resumen, ni esta asociación tiene el más mínimo futuro como lobi para crear nexos de unión con la política ni a los políticos les importa un carajo lo que opinen los ciudadanos. Oportunidad perdida. Divorcio poco amistoso entre ciudadanos y políticos a la vista.

Nota: Salvo especialmente de este desaguisado a Carme Ferré, doctora en ética periodística, que fue capaz de lanzar cuatro ideas que sonaban a la realidad periódistica que vivimos en estos tiempos. Lástima que la presidenta del Parlamento catalán no la escuchara. Creo que tampoco le hubiera interesado.
(http://sanclementejose.blogspot.com.es/)
 

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