19 sept 2012

El lío de los periódicos

José Sanclemente
Ahora ya está confirmado: cientos de periodistas se irán al paro en España de aquí al final de año. Se sumarán a los cerca de 5.000 que han perdido su trabajo, según la Federación de Asociaciones de la Prensa de España (FAPE) en los últimos cinco años.

Los diarios impresos son los más afectados por la crisis. Desde el 2007 han perdido 1.200.000 compradores y más del 50% de sus ingresos de publicidad. Solo han podido compensar, en parte, su caída de ingresos con una subida de los precios de cabecera en ese periodo de más del 30%.

El modelo de explotación de los periódicos ha resultado un fiasco: el trasvase de lectores que se ha producido de las grandes cabeceras a sus páginas webs se ha hecho a precios de derribo o bajo el signo de la gratuidad. La gratuidad que buscaba incrementar audiencias que serían compensadas con creces por los anunciantes se ha convertido en una losa difícil de levantar.

Hoy en día en España, solo del 12% al 15% de los ingresos de los editores vienen por sus marcas en internet y, proporcionalmente, algunas páginas webs nativas tienen más ingresos que algunos de los grandes periódicos convencionales.

La publicidad seguirá creciendo en la red, sobre todo en la que nos tienen atrapados los buscadores como Google o las redes sociales, también en los medios diferenciales de nicho y en los diarios, pero en estos últimos solo sin son capaces de dar contenidos diferenciales que incluso podrían llegar a cobrar.

Hay prudencia, por no decir miedo, en cerrar todos los contenidos en la red por parte de las grandes marcas de la prensa de nuestro país. Lo van a hacer, lo están haciendo con timidez. De momento se están planteando crecer con menos recursos humanos y seguir promocionando sus contenidos utilizando las redes sociales.

Cuidado porque la pretensión de querer cobrar de Google, cuando ha sido el vehículo que les ha proporcionado audiencia y por tanto ingresos publicitarios, se puede trasladar a las redes sociales. Muchos directores de medios, periodistas y lectores cuelgan gratuitamente los enlaces en Twitter o en Facebook de los artículos y reportajes de los diarios.

Cada vez que entro en un diario digital de pago y me aparece el "compartir" a través de Google, Twitter o Facebook, entiendo menos que luego se les reclame por utilizar los contenidos que se les ha regalado previamente.

Es algo similar, aunque más descarado, que lo que se ha hecho con el buscador para conseguir posicionar las cabeceras y las noticias en los primeros lugares. Los diarios han utilizado a Google y Google los ha utilizado a ellos. La diferencia es que el saldo ha sido más beneficioso para el buscador que ha sido capaz de monetizar la publicidad contextual que aparece junto a las noticias por la que los diarios han pagado mucho dinero, no solo a Google sino a sus periodistas.

En ese contexto solo hay que añadirle un poco más de gasolina al incendio para acabar de inmolarse: decir, por parte de algunos editores, que los periódicos están moribundos, sin tener el recambio digital para su negocio, es como darle a beber más veneno al paciente que hay que hacerle un lavado de estómago urgente.

A lo que voy: primero el editor debe tener claro su modelo de negocio, actuar en consecuencia y luego reclamar por lo que es suyo y no ha regalado.
 

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