23 sept 2022

El corporativismo periodístico protege a quienes corrompen la información

Dardo Gómez
En mi último artículo de julio pasado para 'El Observador' cargaba contra las campañas pseudoinformativas que desde hace varios años vienen orquestando contra el derecho de la ciudadanía a la información una ristra de periodistas de los principales medios audiovisuales y de la prensa tradicional española.

Estos falsarios pretenden encubrir esa prevaricación informativa
José Manuel Villarejo, Antonio García Ferreras
 y Eduardo Inda.

aduciendo que quienes les acusamos de mentir y falsear estamos vulnerando su libertad de expresión. Falso; esa preciada libertad no les faculta para orquestar campañas que están expresamente condenadas por todo código profesional. Los mismos códigos que remarcan que las opiniones periodísticas no tienen porqué ser objetivas, pero que sólo son respetables si no alteran la realidad de los hechos y se formulan desde la honestidad.

Los hechos que destaparon que la corrupción informativa es el pan de cada día del programa 'Al rojo vivo', de La Sexta, han servido para que una parte creciente de la población española que no se creía en la existencia de tanta inmundicia lo haya comprobado; pero no basta con haberlo conocido. En España, tanto el verano como la Navidad suelen actuar como una droga que desactiva la memoria y todos los perversos confían en que septiembre y enero son los blanqueadores de sus infamias, y así se han ido preparando para volver a sus infames actividades confiados en que ya este septiembre nos habremos resignado a que esto es lo que hay...

Pues yo no me resigno, y creo que la ciudadanía decente no debemos permitir que estos canallas se vayan de rositas y pensando que todos somos tontos y nos merecemos sus infamias. Los hechos han demostrado que no se trata sólo del corrupto Antonio García Ferreras; hay muchos más informadores implicados en este negocio contra nuestros intereses ciudadanos. Además, os advierto que para frenar esta porquería no podemos confiar en el conjunto de la profesión periodística ni en sus organizaciones, ya que en ellas se impone el perro no come carne de perro.

Lo hace evidente que el pronunciamiento obligado de todas estas organizaciones ha sido de una tibieza vergonzante, y una vez más, han puesto el corporativismo por encima de los derechos de los usuarios de información. Más que condenar o denunciar a los corruptos han mostrado su preocupación --que no sé si es sincera-- por la información y el desprestigio que cosas como las destapadas (que no son nuevas) pueden representar para sus asociados.
¿Y los ciudadanos? ¿Y la verdad? ¿Y la decencia? Pues, que les den morcilla...

No hay condena sin condenados


Así la FAPE, que presume de ser la mayor organización de los periodistas españoles, habla en su comunicado de una supuesta “polémica surgida en torno a supuestos audios del excomisario Villarejo y su difusión por algunos medios”, que estaría “desprestigiando” a todo el colectivo de informadores. La verdad es que cuando lanzaron ese comunicado no había polémica alguna, ya que nadie estaba discutiendo si el director de 'Al rojo vivo' había actuado de forma correcta o no. El propio prevaricador ya admitía que esos audios no eran supuestos e incluso pretendía disimular su estafa a la audiencia presentando su falsedad como un error.

Por su parte, la Red de Colegios de Periodistas manifestó “su profundo rechazo a las prácticas que de estas grabaciones parecen deducirse” (?). Pues no hay que deducir mucho ya que hay evidencia de esas prácticas; pero los colegios miran para otro lado y se suman a la milonga de la FAPE de la supuesta dignidad y profesionalidad de sus asociados que, según dicen, "no se puede medir por el presunto comportamiento irregular de algunos de los que lo ejercen”. Y dale con lo de presunto...

Casi en la misma línea, una organización seria como la Federación de Sindicatos de Periodistas (FeSP) tampoco se moja y señala que ella “viene alertando a la ciudadanía, desde hace años, del peligroso deterioro de la información que ofrecen una parte de los medios de comunicación y un grupo de sus profesionales con sus malas prácticas”.

Parece que los conocen, pero que no tienen nombres


No estaría nada mal y nos aclararíamos todos si estas organizaciones, además de indignarse, nos dijeran quiénes son aquellos que desprestigian, quiénes los que tienen ese raro comportamiento irregular, cuáles son los medios que deterioran la información y quiénes son los integrantes ese grupo mafioso de las malas prácticas.
Todo parecería indicar que los conocen ya que dicen cosas muy graves de ellos, y si no es así, supongo que les costaría poco identificarlos y denunciarlos; por lo menos ante la ciudadanía... ¿Por qué no lo hacen?

Parece que es por esa cosa que llaman “corporativismo” y que, según se ve, está por encima de la decencia; algo comparable a la 'omertà' de la mafia siciliana o de la 'Ndrangheta calabresa o el pacto de silencio de los delincuentes. Es decir, una porquería.

Como en las artes mafiosas, detrás de ese ocultamiento de los nombres de los medios corruptos y los de los periodistas de confianza de los mismos está el miedo, la cobardía de miles de personas que un día se han apuntado a una profesión que debe ser digna o no podrá ser.

Es posible que a la mayoría de ellas y ellos nadie les haya explicado
Susanna Griso y Ana Rosa Quintana.

que, alguna vez, esa profesión les podría exigir dignidad en su ejercicio y también el debido respeto por la ciudadanía que ha delegado en ellos la responsabilidad de satisfacer su necesidad y derecho a estar informados. Estoy hablando de los inocentes o perversos inconscientes y entre estos no puedo incluir a los directivos de los medios ni a los dirigentes de las organizaciones, ya que ellos no tienen la posibilidad de alegar ignorancia.
No pueden hacerlo, porque al ocultar a los culpables de un delito de prevaricación informativa se convierten ellos y convierten a sus organizaciones en cómplices necesarios de la violación del derecho a la información.

Una muy larga lista, incompleta por necesidad


Decía en mi entrega anterior que nadie desde las administraciones nos defenderá de esta canalla que ha usurpado la industria de la comunicación y llamaba a organizarnos para defender nuestros derechos. He dado el ejemplo de algunos grupos de ciudadanos británicos que lo están haciendo y que os invito a conocer. Pero es imposible defenderse sin documentarse sobre las prácticas de desinformación y, sobre todo, si no sabemos quiénes son los enemigos de nuestro derecho constitucional y universal a estar informados.

Por lo mismo y para contrarrestar el ocultamiento que hacen los organizaciones de periodistas, propongo que todos y cada uno de nosotros elabore, para uso propio y difusión pública, los nombres de los culpables y de los medios que los alojan.

Yo tengo fichados sin ninguna duda, por ejemplo, a Antonio García Ferreras, Eduardo Inda, Ana Terradillos, Susanna Griso, Ana Rosa Quintana, Vicente Vallés, Francisco Marhuenda, Manuel Cerdán, Alfonso Rojo, Federico Jiménez Losantos, Albert Castillón, Juan Manuel de Prada, Joaquín Prat (h), Carlos Herrera, y podría seguir... Pero sugiero que vosotros vayáis completando este puzle de los corruptores de la información.

Si os queréis sumar a esta tarea de mostrar las caras de ésta infamia os recomiendo que no dejéis de mirar a los medios de vuestras respectivas comunidades y provincias. En ellos también abundan nidos de peligrosos alacranes que odian la democracia y se dedican a desinformaros. Algunos son estómagos agradecidos y otros aspirantes a convertirse en paniaguados de administraciones y/o empresas.

Sin embargo, de momento, no voy a publicar la lista de los medios corruptores de la información que nadie debería comprar ni visitar; aunque no tengo el más mínimo respeto ni consideración alguna por ellos ni por sus directivos facinerosos. Es que muchos colegas decentes se ven obligados a trabajar en ellos por causa de la pérfida precariedad y no quiero ofenderlos; demasiada pena ya purgan por tratar cada día con esa gente.

Identificar esos medios no es difícil. Pueden seguir estos rastros: Viven de las subvenciones de distintas administraciones corruptoras, ocultan los conflictos laborales en sus empresas y en las de sus anunciantes, publican publicidad como si fuera información, difunden los informes policiales como si fueran investigación propia pero nunca el archivo de esa denuncia, ocultan las faltas de los políticos que los protegen y son refractarios a todo lo que suponga el desarrollo de la libertad ciudadana.

Creo que no os costará mucho identificarlos porque, además, hieden...

Artículo publicado en la revista 'El Observador'.

17 sept 2022

Com s’informen els votants catalans

Andreu Farràs

Les xarxes socials son el principal --per no dir gairebé únic-- mitjà de comunicació usat pels joves catalans per informar-se dels esdeveniments polítics. La televisió és, de lluny, el mitjà més usat pels majors de 35 anys, que cada vegada llegeixen menys diaris i escolten menys emissores de ràdio per assabentar-se del que passa al món. El mapa televisiu reflecteix la divisió ideològica catalana amb dues cadenes especialment polaritzadores: TV3 i Antena 3. El canal públic és seguit majoritàriament pels votants del partits independentistes i els comuns, mentre que la privada de Planeta De Agostini és la preferida pels simpatitzants del PP, Ciutadans i Vox.

Un de cada tres electors catalans no llegeix ni compra diaris i la meitat dels votants no escolta cap butlletí de notícies radiofònic. Aquests son alguns dels fets destacables del darrer Barómetre d’Opinió Política, elaborat pel Centre d’Estudis d’Opinió (CEO) de la Generalitat de Catalunya, pel que fa a la relació dels electors amb els mitjans de comunicació. Com adverteix el CEO, aquestes dades no permeten oferir un estudi d’audiències, però sí que poden aportar informació sobre els perfils sociopolítics de la gent que segueix els diferents mitjans. De vegades sembla que es compleixi la dita: digue'm que escoltes o llegeixes, i et diré que votes.

Per franges d’edat, els majors de 65 anys son els que consumeixen
informació política amb més freqüència, principalment a través de la televisió (59%), seguit dels informatius de radio i els diaris (26%, cada mitjà). Per contra, els catalans de més edat son els que usen menys les xarxes socials per assabentar-se dels esdeveniments polítics (14%). Ho deixen per als seus fills o nets.

El darrer percentatge contrasta amb els de les altres franges d’edat, que utilitzen molt més les xarxes. De fet, és el mitjà que els joves de 18 a 34 anys prefereixen per informar-se (ente el 26% i el 36%, segons edats), bastant per damunt de la tele, la ràdio o els diaris. La televisió continua sent el mitjà favorit entre els electors de 35 a 64 anys, seguit de les xarxes socials. A la franja de 35-49 anys, el consum d'internet supera ja a ràdios i diaris. I a la franja de 50-64 anys és a punt de fer-ho.

Les teles

Quatre de cada deu electors catalans prefereixen els canals de Televisió de Catalunya (43%) per informar-se de política. Els altres sis votants es reparteixen de forma gairebé idèntica entre Antena 3 (12%), La 1 (10%), Telecinco (9%), La Sexta (8%) i els que no miren cap informatiu, no veuen la tele o, senzillament, no tenen aparell.

Com es de preveure, les inclinacions ideològiques condicionen l’elecció del prisma informatiu a través del qual es vol conèixer què està passant al món. L’enquesta del CEO confirma algunes suposicions i dona alguna sorpresa curiosa. Així, la gran majoria dels votants de Junts (80%), ERC (76%), la CUP (76%) i, en menor mesura, En Comú Podem (38%) opten per seguir els informatius de TV3 i el 3/24. Els canals preferits pels votants del PSC son TVE-1 (20%) i La Sexta (18%), seguida molt de prop per Antena 3 (17%).

La cadena principal de la corporació Atresmedia és la més escollida pels electors catalans del PP (35%), Ciutadans (26%) i Vox (23%). La segona preferida pels populars és La 1 (22%). La segona per als seguidors de Ciutadans i Vox és Telecinco (21% i 19%, respectivament).

La polarització televisivo-ideològica és tan accentuada que Antena 3 i Telecinco son vistes per menys d’un cada deu votants d’ERC, Junts i la CUP. I, a la inversa, Televisió de Catalunya és punxada per només el 6% dels electors del PP i Vox i el 0% de Ciutadans. Els votants socialistes tenen més disperses les seves preferències; gairebé les mateixes per La 1 (20%), La Sexta (18%), Antena 3 (17%), TV-3 (14%) i Telecinco (un altre 14%).

Els diaris

A l’hora d’escollir diaris, tant en paper com digitals, també les preferències estan força dispersades. En primer lloc, perquè un de cada tres electors no llegeix ni compra cap diari. Aquesta proporció de no lectors puja per damunt de la mitjana entre els votants del PP (42%), Vox (37%), PSC (36%) i Ciutadans (36%). Els que llegeixen més diaris son els seguidors de Junts i d’ECP (tots dos el 81%). Els diaris més llegits pels electors catalans son La Vanguardia (17%), El Periódico (9%), Ara (6%) i El País (5%). Hi ha un 23% d’electors que trien altres diaris en paper o digitals, però el CEO no els precisa perquè registren percentatges inferiors al 2%. Es pot deduir que aquesta dispersió de lectors-electors és conseqüència de la profunda fragmentació registrada des de l’expansió d’internet i el naixement de nombroses publicacions digitals, algunes de les quals no han requerit uns esforços financers gaire elevats.

Els periòdics més llegits pels socialistes son La Vanguardia, en seves versions castellana i catalana (17%+4%) i El Periódico (12%+3%). Els d’ERC segueixen també La Vanguardia (7%+14%), El Periódico (3%+6%) i Ara (9%), tot i que un de cada quatre seguidors republicans prefereixen altres diaris. Els votants de Junts també aposten per La Vanguardia (3%+15%) i Ara (15%) i un de cada tres segueixen altres publicacions. L’Ara és el diari preferit pels simpatitzant de la CUP (20%) seguit d’El Periódico (2%+7%), tot i que també un de cada tres s’estimen més altres capçaleres menys majoritàries. Observi's que els votants de forces independentistes aposten per les versions catalanes del diaris 'bilingües'.

Els electors dels Comuns llegeixen sobretot La Vanguardia (10%+11%), El País (12%) i El Periódico (6%+3%), tot i que un de cada tres s’informen a través d'altres diaris.

Els votants de Ciutadans segueixen La Vanguardia i El Periódico, però únicament les seves edicions castellanes (21% i 6%, respectivament). No hi ha cap enquestat de Ciutadans que llegeixi Ara, com tampoc n’hi ha entre els votants del PP i Vox. Els seguidors populars opten per La Vanguardia (16%+4%) i El Periódico (7%+1%). Un de cada quatre electors de Vox llegeixen altres publicacions. La Vanguardia és llegida pel 14% d’ells. Cap dels altres diaris majoritaris no arriba al 4% entre els votants del partit ultra.

Les ràdios

Gairebé la meitat dels catalans majors de 18 anys no escolten les ràdios per informar-se. L’altra meitat es reparteix entre els que segueixen els informatius de RAC-1 (15%), Catalunya Ràdio (13%), la SER (6%), la COPE (3%) i una quantitat indeterminada d’emissores (13%), cadascuna de les quals no arriba al 3% de seguiment pels enquestats.

Els votants socialistes segueixen en primer lloc la SER (14%), mentre que els votants dels partits independentistes –ERC, Junts i CUP- prefereixen RAC1 i Catalunya Ràdio, en percentatges que van del 22% al 31%. Els electors d’En Comú Podem escolten sobretot SER (18%) i RAC1 (16%). Els seguidors de Ciutadans, PP i Vox, en canvi, prefereixen escoltar la COPE i “altres emissores”. Cap enquestat de Vox i el PP sintonitza Catalunya Ràdio, segons el CEO, de la mateixa manera que cap de la CUP busca què diu la COPE.

Aquesta enquesta va ser realitzada mitjançant la recollida de dades de forma presencial (domiciliària), entre el 7 de juny i el 7 de juliol de 2022. Van ser entrevistades 2.000 persones de 18 anys i més.

13 sept 2022

Contra el premi del Col·legi de Periodistes a Olga Viza

Un grup de membres del Col·legi de Periodistes està recollint signatures per a que l’entitat porti a una assemblea general la decisió de la Junta d’atorgar a Olga Viza el premi Ofici de Periodista.

Considera aquest grup que, al marge dels mèrits professionals
Olga Viza en una imatge d'arxiu.
d’aquesta companya, durant un temps es va dedicar a fer anuncis publicitaris per a ING Direct, junt amb Matías Prats, la qual cosa va ser constatada pel Consell de la Informació de Catalunya. I això contradiu tots els codis ètics professionals.

Aquesta és la carta que podeu signar enviant un e-maïl de conformitat a manellopezuab@gmail.com:

"Senyor Degà del Col·legi de Periodistes de Catalunya.

Il·lustre Degà, ens hem assabentat que el proper 8 de novembre es farà lliurament del Premi Ofici de Periodista 2022 a Olga Viza.

Sens dubte els seus mèrits professionals són importants, però ens preocupa que en el seu currículum es pot trobar una incidència que contradiu el Codi Ètic del Periodisme.
Fragment d'una publicació d'ING Direct del 2009.


Segons les dades aportades pel llibre 'La ética y los periodistas que hacen publicidad' (Editorial Carena, pàgina 135), aquesta persona ha protagonitzat campanyes publicitàries per a ING Direct.

En data 1 de setembre del 2010 el CIC va certificar que tant ella com Manuel Fuentes y Fernando Ónega van “vulnerar els criteris i l’annex 3 del Còdi Deontològic”.

Aquest document està signat per la presidenta del CIC, Llúcia Oliva de la Esperanza.

En conseqüència, considerem que el premi hauria de ser discutit en una sessió assembleària del nostre Col·legi per confirmar o suprimir l’acord de la nostra Junta col·legial.

Recordem que la participació de periodistes en campanyes publicitàries està criticat i prohibit per tots els codis ètics professionals. Fins el 2018 la investigació esmentada descobria els següents noms de professionals afectats per aquest tipus d’intervenció: Roberto Arce, Àngels Barceló, Bibiana Ballbé, Sara Carbonero, Carme Chaparro, Xavi Coral, Pepe Domingo Castaño, Helena García Melero, Carmen García Vela, Antonio Jiménez, Carlos Herrera, Susanna Griso, Lluís Marquina, Gemma Nierga, Fernando Ónega, Julia Otero, Ramon Pellicer, Espartac Peran, Pedro Piqueras, Matías Prats, Cristina Villanueva y Olga Viza.

Reiterem la responsabilitat que tenim des del Col·legi de Periodistes de Catalunya de vetllar pel respecte al Còdi Deontològic i per aquest motiu signem aquesta carta demanant una assemblea general per discutir aquest tema.

Cordialment, 

Manuel López López, col·legiat número 75007"