28 mar 2014

Bastenier: enseñar periodismo a través de Twitter

Andreu Farràs 
Para quienes ya lo saben todo sobre este oficio y no necesitan recibir lecciones de nadie –respetable actitud bastante extendida entre algunos colegas— este texto es absolutamente prescindible; deberían dejarlo de leer aquí mismo. Solo puede resultar útil e interesante para quienes creen que aún les queda bastante que aprender y perfeccionar del ejercicio de la profesión, el lenguaje periodístico (nuestra principal herramienta) y la actitud frente a la realidad, ya sean veteranos o noveles. 

Miguel Ángel Bastenier, uno de los mejores periodistas con los que he trabajado, utiliza Twitter para expresar sus opiniones sobre política internacional –su especialidad— y sobre periodismo. En los menos de 140 caracteres que permite el pájaro azul, Bastenier gusta de ofrecer sus asertos tanto sobre Crimea y Sudamérica como sobre algunos ‘palabros’ que inventan algunos trabajadores de medios de comunicación con poco bagaje cultural o de las pretensiones “mesiánicas” de algunos periodistas con vocación de político o futbolista.
Miguel Ángel Bastenier.
Es tan intensa la producción tuitera de 'Baste' –así le llaman en medio mundo- que he seleccionado solo unas pocas de las muchas aseveraciones u opiniones que ha vertido en la red y únicamente las referidas a nuestro oficio y su principal herramienta: la lengua. No he respetado el orden cronológico y he dividido los ‘silbidos’ en dos grandes bloques: aforismos sobre el ejercicio profesional y los estilos periodísticos, y consideraciones sobre el lenguaje periodístico y la lengua española. He agrupado algunos tuits cuando desarrollaban la opinión sobre un mismo asunto y he completado algunas abreviaciones. 

La profesión periodística 


El periodista que libra batallas (explícitas) para la redención del género humano, mejor que se dedique a Profeta o Mesías que a periodista. 

Una sección de Cultura es para auscultar la sociedad y no para publicar lo que los interesados digan para su propio provecho. Las secciones de cultura de gran parte de la Prensa en español se nutren de lo que los interesados (no el público) quieren que se publique. 

El periodista sale con su cestita para llenarla de informaciones novedosas, y una masa de listos se afana por llenársela con lo que a ella le interesa. 

Error periodístico común es ir a favor del entrevistado como agradeciendo que nos reciba. Ni creemos, ni queremos; informamos con distancia. El objetivo no es, sin embargo, que el entrevistado quede mal, sino que deba esforzarse al contestar. Una entrevista es una investigación. 

El periodista no se dedica a dar por sentado cosas sino a asentarlas con datos y corroboraciones. 

El Bien Común es producto de una ideología o doctrina. Al periodista le basta, y ya es mucho, con ser honrado: no preferir a priori nada. 

Hablar de periodismo y verdad, sacando pecho, es medio infantil. Debemos tratar de entender y contar una verdad siempre aproximada y ya vale. 

El tiempo dedicado a redes sociales se resta del que se podría dedicar a la lectura de periódicos, no solo impresos, sino digitales también. 

La fusión entre periodismo digital e impreso es un estado del alma. 'We are no longer only print or digital; we have to straddle both'. 

Sin ser periodista profesional no se puede dar clases de periodismo, porque para hacerlo hay que haber estado en las entrañas de la bestia. 

Un análisis de prensa no es lo que uno opina y menos aún lo que prefiere, sino lo que sabe y ayuda a entender los porqués de la historia. 

El llamado periodismo literario no suele ser ni lo primero ni lo segundo. El periodismo está ligado a la información. Fuera de eso no existe.El profesional no se fija como objetivo hacer 'periodismo literario'; hace periodismo y este puede ser literario. Se encuentra, no se busca. 'Periodismo literario' no es una categoría profesional reconocible. Pero eso no obsta para que pueda haber literatura en el buen periodismo. Si hacemos información, luego periodismo, puede haber literatura en ello; pero si hacemos literatura, no hacemos periodismo. 

Yo distingo en Prensa entre interpretar y opinar. Interpretar es explicar el por qué de los hechos; y opinar, aprobar o refutar. Total, que opinar en un reportaje puede ser una tontería en el peor de los casos y algo innecesario en el mejor. Contemos, no pontifiquemos. Y si el periodista aporta pruebas de lo que opina, ya no hace falta que sostenga nada. Porque ya lo hacen elocuentemente esas pruebas. 

Pensar que la opinión en un diario solo debe aparecer en el editorial es muy ingenuo. Basta con que sea explícita, que no esté disfrazada. 

Tuve un maestro de periodistas, inglés, que decía que los diarios se hacen con tres cosas: tribunales, (pausa), tribunales y tribunales. 

Publicar la verdad de las cosas puede ser gravemente perjudicial para inocentes. Al periodista toca decidir cuál es el mal menor y obrar. 

'Buscar la verdad' es una expresión que usan comúnmente los periodistas. Pero yo me conformaría con entender razonablemente lo que pasó. 

Consecuencia inevitable de un periodismo pequeño e infantiloide: tomar partido sin dejar que sea la investigación profesional la que lo haga. 

Los cuatro jinetes del apocalipsis del mal periodismo. ‘Declaracionitis’, oficialismo, hiperpolitización y desconocimiento del mundo exterior. 

En la lucha contra la crisis, la Prensa anglosajona opta por lo que en España llamaríamos Sociedad y el 'New York Times' publica textos cada vez más largos. La pugna en la prensa anglosajona es por publicar 'agenda propia' y cada vez menos historias directamente políticas. A ver si aprendemos. 

La existencia de la Prensa, impresa o digital, no garantiza que haya democracia, pero su ausencia sí garantiza que no la hay. 

Lo primero, escribir bien; lo segundo, trabajar con agenda propia; lo tercero, adoptar un enfoque del que fluya la historia; y por último no preferir nada. El periodista debe decidir antes que nada qué quiere contar. Eso es, a partir de qué instante, lugar y persona se desarrolla la historia. 

El periodista no le dice al lector qué debe pensar, sino que le facilita los instrumentos de conocimiento para que lo haga. (Si hay suerte). 

El periodista que actúa con profesionalidad se atiene a la ética más estricta. Y no confundir profesionalidad con técnica periodística. 

En países en desarrollo el periodista puede derivar en pedagogo, guía moral, gurú de ocasión. Es comprensible pero malo para la profesión. El periodismo no debe ser un tribunal de recompensas y sanciones, sino, foro de conocimiento para que el lector sea quien premie o castigue. 

Oír desde muy niño a mi padre hablar tres idiomas distintos, con idéntica naturalidad, me dio la idea de que el mundo era complejo. 

Lenguaje y estilo periodístico 


Solo se es 'proclive' a algo negativo. No se es proclive a hacer el bien, sino a todo lo contrario. 

Los países no tienen tamaño como si fueran cajas, sino extensión o superficie. Tampoco canjean terrenos, como labradores, sino territorios. 

Uno mismo desaparece, pero no 'desaparece' a nadie. Hace desaparecer. 

'Cantidad' no es la mejor elección posible para decir 'número de muertos'. Suena mejor para cosa: cantidad de dinero; cantidad de espacio. 

'Actual', 'actualmente', términos que el periodista puede ahorrarse porque lo que cuenta es actual, y cuando no lo es, así se hace constar. 

A los militares no se les remueve, que se marean, ni se les cesa, porque son ellos los que cesan; solo se les destituye. 

En algunas publicaciones, incluso universitarias, se lee ‘valor’ donde debería decir ‘precio’, porque “solo el necio confunde valor y precio”. 

Un 'palabro' que se abre paso a machetazos contra la Academia: femenil. ¿Qué tiene de malo 'femenina'? 

Cuando no se tiene poder efectivo para impedir algo, es mejor decir que 'nos oponemos' a que lo 'rechazamos'. 

Oído en una televisión española: 'reaperturar'. El reaperturador que lo reaperture buen reaperturador será. 

Nada negativo ocurre 'gracias a' o 'como fruto de', salvo si se escribe con ironía. Ocurre como 'consecuencia` o 'a causa de'. 

El sinónimo es utopía. Nada significa exactamente lo mismo que sus variantes. Decir, contestar, replicar, expresar, asegurar; nada es igual. 

Carisma es uno de los términos menos justificados en un diario. ¿Quién tiene carisma? ¿Quién, ungido por los dioses? Para mí solo De Gaulle. 

Y para concluir, una simpática ‘boutade’: “Las tres grandes contribuciones de España al mundo son América Latina, el Quijote y la paella. Más un accésit para el pan con tomate (Cat.)”. 

26 mar 2014

Periodistas a comisión

José Sanclemente
Hace algún tiempo que sigo la evolución digital de los medios norteamericanos, como si en sus ensayos de laboratorio y pruebas con lectores-humanos pudiésemos encontrar la vacuna que inmunice a los diarios españoles, sobre todo a las cabeceras de papel, que se están apagando mientras transitan con pánico a lo digital.

Aquí los 'muros' y barreras más o menos franqueables parece que se van a ir imponiendo con cautela en los grupos de comunicación clásicos con el consabido riesgo para el crecimiento de la audiencia.

Allí, en EEUU, me ha preocupado cómo algunos diarios digitales en abierto, incluso otros semigratuitos, están incentivando el crecimiento del número de sus visitas y de páginas vistas. La fórmula consiste en pagar el artículo o la crónica periodística por el número de clics que éstos obtienen.

Cita David Carr en su artículo del domingo 23 de marzo en la edición internacional de 'The New York Times', que medios como 'The Oregonian' o 'The Daily Caller', entre otros, ensayan fórmulas para pagar un sueldo base a sus periodistas y un variable en función del número de entradas que obtienen sus artículos.


¿Pasaremos del tanto a la pieza al tanto por clic en España? El precio de las colaboraciones periodísticas al igual que el salario medio de los redactores en nuestro país ha descendido sustancialmente en los últimos años, producto de los fuertes ajustes que vienen realizando las empresas periodísticas sumidas en una crisis, publicitaria, de ventas y financiera, colosal.

Pero ¿es esa una buena solución para que aumente la audiencia de un medio? ¿Y para que aumente la retribución del periodista-comisionista?

El periodista se podría ver abocado a tratar los temas más populares y con mayor proyección comercial, titulando bajo la espada de Damocles de la métrica de la red y quizás se relegarían aquellas crónicas de interés que requieren esfuerzo en investigación, pero que no tienen tantas entradas de los lectores en general. Miles de trampas en titulares, fotografías y vídeos que podrían resultar aparentes y engañosos, pero atractivos para muchos lectores podrían llenar las páginas de muchos diarios.

La fórmula podría ser un incentivo para degradar más el periodismo y la información que reciben los lectores.

Los reportajes de 'The Oregonian' han tenido varios premios Pulitzer de periodismo y seguramente no tuvieron tantos clics como para que el reportero hubiera podido ganarse un extra que le permitiera cenar en un restaurante.
http://www.josesanclemente.com/

22 mar 2014

La fi de l’era del paper no és la fi del periodisme

Pepa Badell
Que consti, d’entrada, que no crec que s’hagi acabat el periodisme imprès. No sé quants anys li queden, però sí que entenc que ja fa temps que ha periclitat una manera de fer periodisme. I això afecta no només el paper, sinó la ràdio i la televisió en el seu sentit de premsa tradicional.

Ja fa temps que escric periòdicament sobre aquest tema, i cada vegada constato més evidències que això és així: la davallada dels tiratges, la fragmentació infinita de l’audiència i la caiguda generalitzada de la publicitat en són testimonis de càrrec.

Ara bé, en som responsables els periodistes? En part sí i en part no. En tota empresa periodística hi ha diferents actors: empresa, recursos tecnològics i equip de professionals que configuren la redacció, tinguin el perfil que tinguin (periodistes, fotògrafs, infògrafs, dissenyadors, càmeres i altre personal tècnic, inclosos els programadors).

Empreses

Les empreses en són responsables perquè, com que durant tants anys va ser tan fàcil exercir el monopoli, poques coses volien canviar. També ho són per la seva mala gestió sobre els continguts i els professionals que els fan possibles. ¿O és que ens hem d’oblidar del generalitzat desmantellament del equips d’investigació a les redaccions dels grans mitjans? Parlo dels anys 80 i 90 del segle passat. Amb un públic assegurat i un mercat publicitari captiu, les empreses periodístiques (no només les de paper) es van llançar a una frenètica carrera per omplir pàgines i hores de programació perquè, en generalitzar-se la societat de consum, tot tipus d’empreses i publicistes necessitaven més paper, més espais on vendre els seus productes. I aquí hi entren també les institucions, partits, etc. que tampoc poden defugir la seva responsabilitat sobre l’intervencionisme en els mitjans de comunicació per interessos més aviat espuris i a curt termini.

Internet, certament, ho va capgirar tot. Com sempre passa, petites iniciatives molt imaginatives, àgils i agosarades, amb professionals implicats al darrere, van bastir un nou univers informatiu. Els grans grups de comunicació –cada vegada concentrats en menys mans– no es podien quedar enrere i ràpidament van fer les seves webs, primer, i els seus portals informatius, després, fins a arribar als actuals portals multimèdia i xarxes socials derivades. Per farcir aquestes noves redaccions –que primer estaven estrictament separades de les convencionals– van arribar fornades de periodistes joves, becaris i becàries moltes vegades mal pagats.

Amb això les empreses van demostrar novament –parlo de finals dels noranta i primers anys d’aquest segle– una enorme miopia regalant continguts i traient valor a la informació ben feta per professionals. I és que la informació sempre ha estat qüestió de qualitat i no de quantitat.

La deriva de la qualitat no ha parat de créixer aquests darrers anys a força d’EROs i retallades a les redaccions. Els mitjans audiovisuals –especialment la televisió-- han tingut un paper protagonista en aquesta pèrdua de prestigi de la professió atorgant a qualsevol el títol de comunicador. Tot sigui pel 'share'.

Periodistes

I aquí, hem perdut el nord. No puc negar que els periodistes, molt i molt castigats per la crisi, hi hem posat el nostre granet de sorra: ens hem sotmès als dictats de l’empresa i dels polítics de torn, hem amagat el cap sota l’ala per por de perdre el nostre estatus a la redacció, hem tingut por de ser substituïts simplement per algú amb un salari més baix. I, perquè no dir-ho, també és més còmode no fer coses gaire complicades i anar farcint de temes els diaris i informatius. ¿I on són els principis ètics i socials del periodisme?

Atenció apocalíptics! Que no poso tothom al mateix sac. Però, no hem oblidat una mica, o molt, que una societat sense premsa lliure no és democràtica? ¿Hem oblidat que cal donar veu als qui no la tenen i ser crítics amb el poder? ¿Hem arraconat tècniques de l’ofici tan bàsiques com documentar, contrastar i organitzar la informació? ¿Que potser ja no creiem en el sentit social del nostre ofici? De vegades és escandalós veure com hi ha mitjans que són únicament un vehicle polític d’interessos diversos, sense cap respecte per la informació. 

Tecnologia

I pel que fa a la tecnologia, aquí hi cabem tots: empreses que no innoven i comunicadors mandrosos que no busquen noves fórmules periodístiques adequades al públic actual. Avui, un lector (i/o usuari) consumeix els productes informatius i culturals d’una manera totalment diferent.

Tota la vida ens hem capficat en l’esquema tradicional de la comunicació: absolutament lineal (emissor-missatge-receptor), que fa del lector/oient/espectador un receptor quasi totalment passiu. En canvi, la virtut de les TIC és que han empès al potencial receptor a prendre protagonisme. Avui, els periodistes hem de posar els nostres lectors (i/o usuaris) en el bell mig del procés comunicatiu. La nostra feina és crear un producte informatiu complet, però també hem de donar les claus al públic per tal que faci la ruta a la seva manera. Això vol dir que s’ha de tractar cada tema com un univers narratiu on hi intervenen diferents peces informatives que tant poden ser mapes, com entrevistes, àudios, fotografies en 360º, timelines, il·lustracions, visualitzacions de dades o text. 

Som multipantalla. Hi ha una enorme dispersió en la utilització de diferents dispositius –i els que vindran, parlo dels wearables– per consumir informació segons el temps de què disposem, del lloc on som, de quina altra activitat volem fer... I amb aquestes noves tendències, vinculades estretament al desenvolupament tecnològic i web, les generacions que arriben volen una altra cosa. I n’hi ha molts que reclamen qualitat informativa i noves formes narratives. Els periodistes hem d’explicar històries reals –fins aquí res de nou– però utilitzant tècniques, plataformes i tecnologies innovadores.

Noves Narratives

Ahir, al Col·legi de Periodistes a Barcelona, es va fer una Jornada sobre Noves Narratives (us recomano donar-hi un cop d’ull al hashtag #novesnarratives). Però, encara que sembli mentida, la sala no estava plena! Moderada per Nereida Carrillo, compartien taula alguns responsables d’iniciatives innovadores com Idoia Sota (Acuerdo), Jordi Àvila (Sentits, Esguard), Víctor Pascual, especialista en visualització de dades, i Saül Gordillo, cap de continguts digitals, que va presentar el projecte multimèdia Derribando el muro digital que ha publicat 'El Periódico de Catalunya'.

Em consta, perquè ho faig, que a les facultats de Comunicació estem fent un esforç per fer emergir aquestes i altres noves fórmules narratives aplicades al periodisme i la comunicació. De vegades ens costa que els estudiants –futurs periodistes o comunicadors– trenquin el xip del relat convencional. Però el que costa, encara més, és trencar els murs de les empreses periodístiques i dels professionals del periodisme que es pensen que aquestes noves narratives (o narratives transmèdia, o 'storytelling', o periodisme immersiu) són quelcom menor o destinat a l’entreteniment. Us ben asseguro que, de vegades, donen molta més informació i de més qualitat que la que pugui haver-hi en molts productes tradicionals de comunicació.

Si voleu fer-ne un tast, mireu la feina d’alguns dels ponents o doneu un cop d’ull al tauler de Scoop.it! d’Eva Domínguez titulat Interactive & Immersive Journalism. Val la pena i, el que és més important, al darrera de molts d’aquests projectes innovadors de periodisme, hi torna a haver fornades de joves –o no tant– que creuen en el periodisme de qualitat però que també creuen que el periodisme, avui, s’ha d’explicar d’una altra manera. I així és com la volen veure els nous lectors (i/o usuaris) dels mitjans de comunicació.


17 mar 2014

Los millonarios y el periodismo

José Sanclemente
Definitivamente los millonarios de la red de internet españoles no invertirían en un medio de comunicación, y no lo harían porque, entre otras cosas, creen que no sería rentable. Eso es lo que se desprendió de la charla en la que el periodista Gumersindo Lafuente moderó a Jesús Encinar (Idealista.com), María Fanjul (Entradas.com) y François Derbaix (Top Rural) durante el Congreso de Prensa Digital de Huesca.
Jesús Encinar, fundador de Idealista.com.

Derbaix (que participa en la Fundación Civio de periodismo de datos) opina que si Jeff Bezzos de Amazon.com compró 'The Washington Post'  es porque estaba necesitado de un altavoz influyente entre la clase política para contrarrestar y oponerse a la amenaza de las leyes antitrust americanas que pueden poner en peligro sus negocios: "Bezzos busca influencia y no rentabilidad".

Derbaix opina, también, que no se puede invertir en un medio de comunicación en España, porque este solo sobrevive gracias a los anunciantes y subvenciones públicas y eso es condenarse al fracaso a corto plazo.

Encinar no le ve retorno a la inversión en un medio de comunicación generalista y no cree que los valores del periodismo comprometido con la sociedad sean suficientes como para animar a un inversionista, que busca el beneficio económico por antonomasia. "Si el periodismo es beneficioso para la sociedad quien debería invertir es el Estado porque el empresario no está para perder dinero".

El fundador de Idealista.com piensa que no hay que invertir en contenidos porque estos están al alcance de todos y su valor es cero, sobre todo en lo que se refiere a la política y a la información generalista. En cambio, que un periodista hable de mascotas o de zapatillas en un blog puede ser tan rentable como le resulta a él su boletín de noticias inmobiliarias.

La joven María Fanjul cree que los grandes medios no han sabido adaptarse a los cambios, no han escuchado a sus lectores y tienen poco futuro. En cuanto a los contenidos prefiere aliarse con quien los fabrica (como es el caso de su pacto regional con Vocento) más que producirlos para su web de ocio y venta de entradas.

Creo que los millonarios, que han demostrado ser exitosos en sus webs de comercio electrónico, jamás han hecho periodismo y deseo que no cambien de opinión e inviertan en un medio de comunicación. Cuando hacen o compran información de mascotas, de inmobiliarias o de ocio es para vendernos comida para perros, pisos y entradas para espectáculos. Si el periodismo fuera eso, hace tiempo que estaría muerto y enterrado.
http://www.josesanclemente.com/

10 mar 2014

L’11-M i la història més negra del periodisme a Espanya

Josep Carles Rius
L’hemeroteca pot resultar severa amb els diaris. En l’exercici del periodisme tots cometem errors. Sobre el paper es poden corregir en el termini de 24 hores, en el suport digital tan aviat com es descobreixen. Però en la història recent de la premsa espanyola hi ha el cas d’un diari que va cometre un error fa just deu anys i encara avui segueix sense reconèixer-ho obertament i sense demanar perdó a les víctimes de la contumaç manipulació.

Podríem dir que és un descomunal exercici d’orgull i prepotència d’un director de diari a qui no li va agradar la realitat i va fabricar la seva pròpia. I malgrat descobrir molt aviat que els fets li donaven l’esquena, va persistir en la manipulació dels indicis i els interrogants per fer versemblant el disbarat. Va creuar totes les línies vermelles de l’ètica del periodisme i va escriure el capítol més vergonyós de la premsa espanyola en democràcia. Un capítol de fins on es poden vorejar els escrúpols i la moral per vendre diaris, per tenir “raó” a qualsevol preu.
Portada d''El Mundo' del 21 de setembre del 2006.

Però el més greu és que Pedro J. Ramírez, el director d’'El Mundo' fins fa quinze dies, va construir la mentida sobre l’11-M, el pitjor atemptat terrorista d’Espanya, en què van morir 191 persones i 1.858 van resultar ferides. Amb la seva persistent campanya de centenars de pàgines i desenes de portades va contribuir a incrementar el dolor de les víctimes. A fer encara més difícil la feina de policies, fiscals i jutges que havien realitzat una investigació i un procés penal exemplar. Però Pedro J. Ramírez no va estar sol en el seu deliri. Federico Jiménez Losantos, el locutor estrella de l’emissora propietat de la Conferència Episcopal Espanyola; un mitjà públic, Telemadrid, i el diari digital de l’extrema dreta Libertad digital van ser els còmplices necessaris per alimentar un corrent d’opinió crèdul amb la mentida. Però hi va haver un company de viatge encara més poderós: un sector del Partit Popular que intentava reescriure la història, esborrar la pèssima gestió de les hores que van seguir l’11-M.

Junts van crear un autèntic grup de pressió que va actuar de manera despietada contra tots aquells als quals consideraven obstacles per als seus propòsits, ja fossin víctimes, jutges o periodistes. Només tres exemples: la presidenta de les víctimes, Pilar Manjón, va sumar a la pèrdua d’un fill un assetjament constant; el jutge instructor Juan del Olmo es va enfrontar a durs intents de descrèdit professional, i el periodista José Antonio Zarzalejos, llavors director de l’'Abc', va patir una operació d’enderrocament per no sumar-se a la “teoria de la conspiració”.

I hi va haver milions de ciutadans que volien llegir, escoltar o veure fabulacions interessades abans de conèixer la veritat. Sense ells, el diari, la ràdio i la televisió no haurien tingut el combustible necessari per a la ignomínia. I hi va haver clamorosos silencis en la professió en general i en les redaccions afectades en particular. Silencis que van fer encara més meritori el coratge dels qui van plantar cara. Deu anys després de l’11-M, els principals instigadors de la “teoria de la conspiració” ja no estan en els seus llocs. Però tot el dolor afegit de les víctimes i algunes de les pàgines més negres de la història del periodisme romandran per sempre.

7 mar 2014

ICV tampoc contracta periodistes

Cristina Palomar
Això de tenir periodistes treballant per a tu sense contractar i cobrant a tant la peça tard i malament no és només patrimoni de la dreta ultraliberal, lamentablement. Fa uns dies em va arribar a través d'una amiga una peculiar oferta de feina que em va provocar un atac d'indignació del qual encara no m'he recuperat. Es tracta de la secció d'Iniciativa per Catalunya-Verds (ICV) a Barcelona, que buscava un periodista extern que donés suport al seu gabinet de comunicació durant aquest 2014.

Cartell propagandístic d'ICV-EUiA de Barcelona.
L'oferta de feina no tenia desperdici perquè estipulava molt clarament els requisits exigits, inclosa l'afinitat ideològica als postulats ecosocialistes, però passava olímpicament d'explicar les condicions de treball --només parlava "d'assessorament i serveis externs de comunicació"-- i el sou --només avisava que serà "mitjançant facturació". És com si el fet de treballar per a Iniciativa ja fos un premi. A qui l'importa saber les condicions de feina i els diners? Només a un periodista subversiu, suposo.

Les tasques a desenvolupar eren:
- Implementar l'estratègia 2.0 i el posicionament a la xarxa d'ICV de Barcelona.
- Donar suport a la gestió 2.0 d'ICV de Barcelona i del grup municipal.
- Donar suport a la gestió web d'ICV de Barcelona.
- Editar , muntar i gestionar el material audiovisual d'ICV de Barcelona i del grup municipal.
- Elaborar infografies

Es valoraven :
- Estudis de periodisme o comunicació audiovisual
- Experiència en les tasques a desenvolupar.
- Domini de software per a edició i muntatge de videos.
- Domini de software per a l'elaboració d'infografies.
- Disponibilitat 
- Vinculació i coincidència amb els valors que defensa ICV.

Demanar a un periodista la lluna en un cove i disponibilitat absoluta, i no estar disposat a pagar-ho s'ha convertit en una pràctica habitual, fins i tot en els partits que no dubten a denunciar la reforma laboral del PP i les pràctiques d'explotació laboral imposades pel capitalisme a tot arreu, començant pel nostre sector professional. Fa uns anys, aquestes condicions gangsterils haurien estat motiu de denúncia davant magistratura i de sentència favorable al treballador.

No sé si us heu fixat, però resulta que l'afortunat o afortunada haurà de treballar també com a extern per al grup municipal d'ICV, que després dels últims comicis municipals va jivaritzar el seu departament de premsa deixant-lo sota mínims.

http://laperiodistadesquiciada.blogspot.com.es/

6 mar 2014

Benvingut Marc

Imma Muñoz
Aquest és el 24è dimecres que ens reunim a la porta d’'El Periódico' per parlar del Marc, però aquest dimecres és molt diferent dels anteriors. Avui no hem de dir “portem 182 dies sense el Marc”, sinó “fa 4 dies que el Marc ha tornat a casa”, i per fi ha arribat el moment de la tantes vegades promesa concentració per celebrar que sí, que per a la redacció d’'El Periódico' i per als treballadors del Grup Zeta s’ha acabat el neguit de tenir un company (i la seva família i els seus amics) patint el que nosaltres no ens atrevim ni a imaginar.
L'última concentració a les portes d''El Periódico' per Marc Marginedas. 

Creiem que ara y aquí és el moment de donar gràcies a la gent que ens ha fet costat al llarg d’aquests sis mesos, que ha volgut ser aquí explicitant el seu suport a la família, el seu afecte pel Marc i el seu respecte per a una professió que no passa pel seu millor moment. Aquestes concentracions han estat un moment per evidenciar l’anormalitat de la situació que estàvem vivint, per permetre’ns aturar-nos a pensar en ell, per fer-ho obertament i tots junts, abans de tornar-nos a submergir en la dinàmica de responsabilitat i passió que fa que traguem el nostre diari cada dia al carrer, el millor que som capaços de fer, passi el que passi i estiguem com estiguem. 

Aquests mesos ha sigut més difícil venir a treballar contents, però també hem de dir que hem sentit l’orgull de veure reconeguda la feina del nostre company, de veure ensalçada la seva figura com a periodista i com a persona, i també la satisfacció de comprovar que, quan és necessari, sabem ser una pinya i mostrar el nostre compromís amb aquesta feina que estimem tant. 

I a sentir-nos així ens han ajudat, com dèiem, totes les persones que han volgut intervenir en aquestes concentracions:

- El periodistes Ramon Lobo, Rafael Vilasanjuan, Joan Roura, Edwin Winkels, Greg Beals, Rosa Maria Calaf i Mònica Bernabé
- L’aleshores degà del Col·legi de Periodistes de Catalunya Josep Maria Martí
- El degà del Col·legi d'Advocats, Oriol Rusca
- L’exdirector d’'El Periódico' Antonio Franco
- El jutge Santi Vidal
- Els periodistes i ara cineastes Jordi Llopart i Albert Solé
- L’expresident de l’Associació Catalana de Víctimes del Terrorisme Robert Manrique, que ens va portar la samarreta que hem estat firmant tots aquests dies, i que esperem poder donar en breu al Marc
- El Plàcid Garcia Planas i tota la secció d’Internacional de 'La Vanguardia'
- El Joaquim Palau, editor del llibre del Marc ‘Periodismo en el campo de batalla’, que tant ens ha ajudat a tenir present la seva veu i que us encoratgem per enèsima vegada (i última des d’aquest micròfon) a llegir
- El representant d’Amnistia Internacional Xavier Burgués
- La periodista i vocal de Reporters sense Fronteres Maria Dolors Massana
Sara Bosch, psicòloga de l’Associació de Víctimes del Terrorisme, que va ser la darrera convidada als actes per demanar la llibertat del Marc
- I Gervasio Sánchez, que ha estat present diverses vegades en aquests actes en qualitat de reporter de guerra i també com a representant de les famílies de Javier Espinosa i Ricard Garcia Vilanova, en qui també pensem en aquest moment, com hem pensat tantes vegades al llarg d’aquests mesos. 

Perquè nosaltres estem contents, exultants, per la tornada del Marc, però no podem oblidar que el Javier i el Ricard encara no són a casa, i hem de continuar fent costat els seus familiars en tot allò que els pugui ajudar a passar millor aquest difícil tràngol.

La setmana passada, el Gervasio ens va parlar d’un projecte de Verkami per ajudar econòmicament el Ricard Garcia Vilanova a través de la venda d’un llibre amb fotografies seves, i avui mateix hem publicat al diari la convocatòria de concentracions el 18 de març per demanar la llibertat d’aquests dos companys i de la resta de periodistes, de totes les nacionalitats, que continuen en poder de grups armats a Síria. No cal dir que hi serem per ajudar-los en tot el que tinguem a l’abast. 

Tampoc podem oblidar la població siriana, la principal víctima de tota aquesta barbàrie, doblement maltractada en aquesta situació: per la violència i pel silenci

L’arribada del Marc a Barcelona ens ha tornat bona part de la tranquil·litat i l’alegria. Malauradament, ens queda un bocí de neguit i tristesa que no desapareixerà fins que sapiguem que tots els nostres companys estan sans i estalvis i que la bogeria de terror i destrucció s’ha acabat per a tothom. 

I, per acabar, volem donar les gràcies també a tots els companys d’altres mitjans i als antics companys --i amics-- del diari que han vingut tants dimecres a barrejar-se amb nosaltres; a la redacció d’'El Periódico' a Madrid i a la d’'El Periódico de Aragón' que s’han concentrat amb nosaltres en la distància; a la Facultat de Comunicació de la Universitat de Navarra, on el Marc té tants amics, que també ha sortir al carrer cada dimecres; a les organitzacions com el Sindicat de Periodistes de Catalunya i el Col·legi de Periodistes que han demanat la llibertat del Marc en els seus actes, i a la gent del carrer, anònima i no tan anònima, que ha convertit el clam per la llibertat del Marc en una cita obligada setmana rere setmana.

En tot aquest temps, la família del Marc, que no ha faltat ni a una sola de les convocatòries, ha volgut estar en un segon terme. A ells els volem expressar la nostra admiració per l’enteresa i la generositat que han mostrat tots aquests mesos. Intentar traslladar-los l’escalf de tots nosaltres, de la redacció d’El Periódico i de tots els companys del grup, ha estat una motivació fonamental per mantenir ben vives aquestes concentracions, una cosa que no hauria estat possible sense la complicitat i la implicació de tots. Gràcies per no defallir. 

El text anterior va ser pronunciat a les portes d''El Periódico de Catalunya' el 5 de març del 2014, per celebrar l'alliberament de Marc Marginedas, que va romandre segrestat gairebé mig any a Síria. 

Més articles sobre Marc Marginedas a PAIOS:
'PERIODISTAS y periodistas', por José Sanclemente



'Els tòpics del periodisme', per Albert Sáez

'Tres mesos sense el Marc', per Imma Muñoz

'Marc Marginedas', per Joan Barrera

'De la precarització a la becarització', per Cristina Palomar


5 mar 2014

PERIODISTAS y periodistas

José Sanclemente
La liberación del PERIODISTA (en mayúsculas) Marc Marginedas, secuestrado desde hace seis meses en los alrededores de Harna (Siria), cuando viajaba por tercera vez a la zona de conflicto tras conocerse que el régimen de Bashar al-Assad había utilizado armas químicas y que podía haber una intervención militar internacional, es una magnífica noticia. Conocí a Marc en 'El Periódico de Catalunya' cuando era corresponsal en Moscú y tuvo que cubrir la guerra chechena. Luego contó sobre el terreno la guerra de Irak, estuvo también en Afganistán y cubrió las noticias de la ofensiva israelí desde el sur del Líbano. Marc Marginedas es un corresponsal de guerra, pero sobre todo es una buena persona que, como decía Ryszard Kapuscinsky, es la condición necesaria para ser un buen periodista: "Si se es buena persona se puede comprender a los demás, sus intenciones, su fe, sus intereses, sus dificultades y sus tragedias".
Marginedas amb els seus germans, en aterrar a El Prat, el 2 de març.

Leo que Marc Marginedas ha comentado, al cruzar la frontera Siria hasta Turquía, que lo que menos necesita ahora es presión mediática. Seis meses de cautiverio y toda su trayectoria merecen todo mi respeto y consideración que, de otra parte ya le tenía.

Marc es un PERIODISTA con mayúsculas que sufrirá en su carne --ya lo habrá sufrido-- las mismas rebajas salariales de sus compañeros en el periódico en el que trabaja. La prensa está de capa caída.

Es cierto, lo está, pero no para todos. Hay ciertos periodistas (en minúscula) que pluriemplean su profesión en tertulias de desayuno, merienda y cena. Son periodistas que poco tienen que ver con esa definición del maestro Kapuscinsky y que no han viajado más allá de los restaurantes de varios tenedores.

Hay algunos periodistas que se han enquistado en la televisión pública para darnos doctrina sobre las bondades del Gobierno de Rajoy. Es un papel que debe dar buen juego en las audiencias, pues ahora alguno de ellos no solo es un clásico de TVE, sino que lo ha fichado la Cadena SER en su tertulia de 'Hora 25' o La Sexta en 'Al Rojo Vivo'. 

Ellos, querido Marc, se sacan un buen sobresueldo sin necesidad de arriesgar sus vidas cruzando fronteras peligrosas. Basta con que se queden del lado del Gobierno y reproduzcan sus mensajes esparcidos por sus acólitos comensales en manteles de tres tenedores, y así jugar un ensayado papel a la contra frente a escogidos tertulianos de izquierdas.

A eso Marc también le llaman periodismo. Un periodismo en minúsculas que se degrada hasta la putrefacción, pero que desafortunadamente es rentable para quien lo practica. 

Ya sé que lo conoces: cuando te secuestraron en Siria ya era así, pero en seis meses, Marc, esto ha ido a más. Unos cuantos pluriemplean sus mensajes sectarios sin conocimiento del terreno y siempre con el mismo rumbo; otros, unos centenares ya no tiene donde contar sus historias y otros lo hacen con salarios menguados.

Me alegro infinitamente de que estés bien, de que te hayan liberado tus secuestradores y de que vuelvas a estar entre nosotros, porque ahora, además, todos somos algo más libres.

Ojalá vuelvan pronto Javier Espinosa y Ricardo García Vilanova, también secuestrados en Siria. Y ojalá os valoren como merecéis en vuestros medios y os den recursos para hacer vuestro trabajo, por lo menos tantos como los que reciben esos omnipresentes tertulianos mediáticos que también se consideran periodistas y que mañana se atreverán, como no, a opinar sobre lo que pasa en Siria desde su distante, cómoda y vacua poltrona.

http://www.josesanclemente.com/

Més articles sobre Marc Marginedas a PAIOS:

'Els tòpics del periodisme', per Albert Sáez

'Tres mesos sense el Marc', per Imma Muñoz

'Marc Marginedas', per Joan Barrera

'De la precarització a la becarització', per Cristina Palomar



1 mar 2014

L’operació Évole

Blai Felip i Palau
'Operación Palace. Una historia de Jordi Évole' ha permès obrir un debat sobre el periodisme, el seu principi de veracitat i pràctica deontológica, i, també, sobre la interpretació, anàlisi i control del relat dels fets històrics. Intentaré ser sintètic, encara que ha estat un documental que obre molts fronts de debat.

1. Es té constància dels falsos documentals ('mockumentary', en la terminologia anglosaxona) des dels anys 30 del segle passat. Per tant, fa gairebé cent anys que s’utilitzen amb més o menys encert i intenció: amb objectiu de denúncia, de crítica, d’entreteniment, per provocar el debat polític, l’artístic… No és, per tant, cap parany que ens hagi d’agafar per sorpresa ni cap manipulació barroera del noble gènere del documental. És, el 'mockumentary', un gènere en si mateix, i també noble.

2. Admeto que em vaig deixar ensarronar durant una bona estona. I això, als periodistes que volem i creiem que estem informats no ens agrada; ens rebel·la reconèixer que hem estat entabanats per un professional del gremi. Potser aquesta percepció expliqui algunes de les crítiques periodístiques que ha rebut Évole. Tenim el costum de criticar el món i els altres, inclosos els companys, però tenim la pell molt fina a l’hora d’acceptar la crítica que ens ve de fora. No diguem, ja, l’autocrítica.

3. Jordi Évole, representa un tipus de periodisme que molts de nosaltres hem deixat de practicar. Preguntes incisives, valentes, sense prejudicis, a personatges que tenen el poder o l’han tingut. I, des d’aquest punt de vista, és una alenada d’aire fresc per al periodisme; quelcom a intentar imitar/recuperar. En un moment baix, de crisi de credibilitat (de vegades guanyada a pols) de la professió periodística, Évole la dignifica una mica. Com ho fan altres periodistes, dia a dia, a les redaccions, tot i que no tenen la projecció del periodista televisiu: són pocs i el seu esforç és poc reconegut i/o menystingut. 

4. El programa d’Évole aconsegueix el seu objectiu, perquè en els fets del 23-F hi ha encara molts aspectes sense aclarir. Per citar els dos més importants, les converses del Rei amb els militars i la participació de la trama civil. I com que ens entestem a passar el forrellat als arxius fins que no passin dècades, per motius d’Estat (es veu que els ciutadans no som Estat), la possibilitat d’una trama com la que va sortir al documental, o d’altres, s’albiren versemblants. Si, a més, hi afegim l’edulcorant històric que des de la Transició s’ha exercit per par de molts historiadors i els polítics –sobretot- per presentar-nos aquests últims quaranta anys com quelcom allunyat del conflicte, ple de consens i de prohoms amb altes mires d’Estat (molts d’ells neofranquistes) que ho van donar tot per la democràcia... ja ho tenim servit. Necessitem reestudiar i reinterpretar la nostra història més recent, desmitificar-la i, per què no, riure’ns d’ella. 

5. Aquesta versemblança del documental d’Évole té a veure, a més, amb la malfiança envers els polítics. Els ciutadans sabem que ens enganyen de manera habitual i des de fa dècades. Doncs bé, per què no hauria de ser possible “aquesta gran mentida”?

6. Sí entenc que molts dels televidents seguidors d’Évole s’hagin sentit enganyats. Precisament perquè veien en ell una altra manera de fer periodisme. I és aquí on Évole se l’ha jugat moltíssim. ¿Pot quedar malparada la credibilitat que s’ha guanyat durant aquests anys? Entenc que no hauria de ser així; que pot ser que hi hagi un cert enuig, però no hauria d’afectar-lo a mig termini. Durant el documental va deixant anar informacions que resten la versemblança inicial al reportatge i, al final, es justifica, ho explica i demana disculpes, per si algú s’ha sentit ofès. No és un engany amb voluntat de confondre, sinó amb voluntat de denúncia. Que se sentin ofesos alguns polítics, no ens hauria de preocupar (Alfonso Guerra, per exemple), perquè han estat els grans alquimistes de l’engany en democràcia.

7. Pel que fa a l’anàlisi deontològica que han fet molts periodistes, és a dir, sobre la possibilitat que Évole hagi trencat el pacte de confiança amb què els televidents el veuen cada dia, podríem trobar desenes d’exemples quotidians, a la televisió, la ràdio i els diaris, en nosaltres mateixos, quan faltem a aquest pacte continuadament: informació que encobreix publicitat; fonts d’informació mal tractades (o directament ignorades); títols de notícies que no s’ajusten al contingut, manipulació barroera dels fets; evitar fer preguntes compromeses, fets que no reflectim perquè no interessa destacar-los a algú poderós... Si ens esquincem les vestidures per aquest documental d’Évole, haurem d’anar a treballar molts dies en pilotes. 

8. Si hem de parlar de deontologia professional, més em preocupen les aparicions publicitàries que, de vegades, Évole protagonitza anunciant productes de consum, tot just moments abans d’emetre el programa. Crec que aquí sí creua una línia que podria afectar molt la seva credibilitat, que tan justament s’ha guanyat. 

9. Per finalitzar, tres modestíssimes apreciacions. Primera: crec que li ha sortit bé, però Évole podria cometre un error si abusa del fals documental; això s’ha de fer una vegada cada molts anys perquè sigui efectiu, impactant i justificat. Segona: Évole corre el perill de deixar-se endur per l’onada de projecció professional que li ha aportat aquest programa i tots els anteriors: abans d’emetre’l alguns crítics ja li veien una tendència a creure’s el paper del Pep Consciències (Pepito Grillo) de la professió i de la societat. “Se li han pujat els fums”, diuen. No m’atreveixo a opinar sobre això, però circula aquest missatge. Tercera: crec que hauria de recuperar la regla de tractar de “vostè” els entrevistats, per més formalment informal que sigui el seu programa.