31 ene 2014

¿Por qué invertir en la compra de un periódico?

José Sanclemente
John W. Henry, el propietario del diario 'The Boston Globe', que adquirió hace poco a 'The New York Times' por 70 millones de dólares, ha publicado un artículo de opinión en su nuevo periódico titulado: ¿Por qué compré 'The Boston Globe'?

Creo que el artículo debería ser de obligada lectura para los editores y periodistas españoles desengañados, desfondados y tan desnortados que han tirado la toalla. A lo mejor, leer a Henry,
John W. Henry i Linda Pizzuti, la seva esposa.
consigue levantarles el ánimo.

En los momentos que vive la prensa en todo el mundo no es de extrañar que la gente piense que invertir en un diario es un acto temerario o, cuando menos, poco juicioso y de difícil justificación.

De entrada eso es lo que ha motivado a John W. Henry a explicarse.

En nuestro país los mensajes de algunos editores de prensa suelen ser derrotistas y la forma de afrontar la crisis que viven sus medios es de cortas miras y de poca convicción en el futuro.

Del artículo de Henry me quedo con lo siguiente:

1. El periódico es de sus lectores y de sus intereses generales y no de sus accionistas y sus intereses particulares. Si se invierte la propiedad, el periódico no tiene futuro.

2. Hay que invertir en la información precisa y contrastada para que las noticias que se publiquen gocen de confianza entre los lectores.

3. Opinión hay mucha y de muchos sitios, pero la mayoría suele ser partidista, poco interesante y provocativa. La opinión debe ser un laboratorio de ideas. Muchos de los artículos son previsibles y de nula aportación a los lectores.

4. Hay que andar con cuidado con las redes sociales: generan mucha información, pero también el aislamiento de sus seguidores. Un diario debe utilizarlas, pero previamente debe convertirse, por el interés que despierten sus informaciones, en el foco de discusión de la sociedad. No hay que renunciar a ningún tema ni debate en un periódico, incluso a aquellos que no tienen solución o respuesta a medio plazo.

5. Hay que crear valor para los lectores para que estos se suscriban al diario y así crear el valor para los anunciantes que deben sostener parte del negocio de los periódicos.

Es fácil de enumerar y parece difícil de conseguir. John W. Henry, propietario del Liverpool CF y del equipo de béisbol de los Red Sox de Boston fue un joven, hijo de granjeros, que en su día ya practicó el periodismo y siguió a los equipos de béisbol que levantaban pasiones entre sus seguidores. Cree en la comunidad a la que se dirige el 'Boston Globe': Nueva Inglatera. Cree en los grupos locales y de interés común y parece creer firmemente en el periodismo. Ojalá no se equivoque.

http://www.josesanclemente.com/

30 ene 2014

No hay crisis en el periodismo

Gabriel Jaraba
¿Crisis del periodismo? ¿Pero qué crisis si precisamente necesitamos más periodismo? Tengo sobre la mesa el monográfico sobre los correos de Blesa, publicado por eldiario.es, titulado 'Retrato del poder', y que contiene los materiales que revelan la naturaleza de la gestión de Caja Madrid a cargo de uno de los íntimos de Aznar. En la misma mesa tengo los suplementos del sábado de algunos diarios de papel: tendencias, moda, magazines. No hay color: es un diario digital de reciente creación el que me proporciona periodismo del bueno, el que me explica lo que pasa, como pasa y por qué pasa. Y no me imagino a ninguno de los periódicos impresos de mayor circulación lanzando un cuadernillo especial como este con una información parecida.

Miguel Blesa y José María Aznar, en una imagen de archivo.
Pongo la tele y sale el nuevo presidente del Barça explicando todo lo que había que explicar sobre el contrato de Neymar. Pero ningún periodista ni ningún periódico me han explicado todavía lo que yo quiero saber: el socio querellante va por libre (cosa que no creo) o ha sido impulsado por alguien; quien es ese alguien y qué quiere; si Laporta está desactivado o intentaría de nuevo el asalto a la fortaleza; o si no es él ahora el líder de esa fuerza, quién es el 'condottiero' de turno; qué negocios tiene exactamente Rosell y cómo se vinculan con el deporte; y lo más importante de todo, a qué sector de la sociedad catalana responden/benefician un bando y otro de los que anden en este combate, cosa que tampoco sé bien.

Se publican numerosas páginas de deportes en la prensa diaria y en ninguna de ellas hallo alguien que me explique el fondo de la tempestad azulgrana con la claridad que cuentan otras cosas en otras secciones o con la rotundidad con que se explica el cuaderno del diario digital conducido por Ignacio Escolar y José Sanclemente. Todo viene referido con medias palabras, insinuaciones, circunloquios, lenguaje críptico de iniciados, sobre todo. ¿A quién se deben las secciones de deportes de los diarios si como se ve lo hacen a su público lector? Es cierto que existe un condicionamiento decisivo: si se hace periodismo deportivo como es debido se le cierran a uno las puertas de los clubs, las instalaciones, las competiciones y sus servicios a los medios, con lo cual el periódico no puede –aunque habría que verlo– proporcionar a sus lectores el elemento de espectáculo que incluye la información deportiva al uso. Pero también es verdad que un periodismo deportivo altamente crítico ya fue experimentado en los años 70 con la revista 'Barrabás', un semanario satírico ilustrado impulsado por Antonio Franco, Àlex Botines, Òscar Nebreda e Ivà, que puso patas arriba el somnoliento panorama especializado de la época.

No hay crisis del periodismo, hay crisis del negocio de la información precisamente por falta de periodismo. Más bien por falta de coraje para hacer y publicar buen periodismo.

http://gabrieljaraba.wordpress.com/

25 ene 2014

El último periódico de Madrid

José Sanclemente
Recuerdo que mi amigo me dijo que fue un 6 de julio de 2026: hacía un calor insoportable en la Gran Vía de Madrid y en la portada del último diario del quiosco, de los que se habían editado hasta la fecha en la capital, había una noticia a una columna que decía que ese día, precisamente, era el día del año en que el sol y la tierra estaban más alejados entre sí. El fenómeno lo llamaban 'Afelio' y la distancia entre ambos pasaba de los 152 millones de kilómetros.
Quiosco en una calle de Madrid.

Mi amigo, conocía de sobra la noticia por los medios digitales, la tele y la radio y, claro, tuvo la sensación de un "dejà vu", incluso de un "avoir lu" que le hizo reflexionar: estaba comprando un periódico, el último que se iba a imprimir en Madrid, que estaba tan alejado del lector como la distancia entre la estrella y el planeta.

La cosa ya venía de lejos. Se precipitó en el 2007, con la crisis, y en el 2013 los periódicos nacionales ya habían perdido un tercio de sus ventas. De 2014 hasta 2026 fueron desangrándose lentamente hasta desaparecer. Los editores lo veían venir. La política de recortes de gastos era insuficiente para aguantar y además generaba un efecto perverso y mortal en las ventas: se acortaban las tiradas y se renunciaba a distribuir ejemplares en muchas provincias, se cerraron todas las ediciones locales de los diarios de Madrid y, con las redacciones menguadas, la información que se suministraba al lector era casi siempre uniforme y de poco interés.

Los únicos periódicos que sobrevivían, no sin dificultad, eran aquellos de tamaño mediano que se editaban en las diferentes provincias. Los diarios nacionales les habían dejado un hueco importante y parecían haberlo aprovechado. La información local adquiría para el lector tanta relevancia como la información global, pero ésta última no podía ser suministrada con calidad por los periódicos de Madrid. Lo global estaba en la red, incluso cuando había que interpretar los temas próximos. Sin embargo parecía que lo de cada comunidad se tenía que palpar todavía sobre el papel.

Los anunciantes confíaban en la prensa regional, que hacía esfuerzos por pegarse a las inquietudes del lector, y recelaban de las cabeceras que pretendían ser universales y generalistas.

Los medios escritos de los grupos nacionales seguían en reconstrucción en el 2026, pero los que se edificaban sobre los escombros del pasado utilizando los nuevos materiales digitales iban desplomándose, cuando no había que dinamitarlos al poco tiempo para volver a empezar.

Mi amigo ya era algo mayor y no podía reprimir la nostalgia de los de su edad: pasar por los pocos quioscos que quedaban en la Gran Vía y coger su periódico era algo que no se iba a repetir.

Los jóvenes se alejaron tan rápido y hacía tanto tiempo de esos curiosos establecimientos—ahora se habían convertido en puntos de venta de lo global, como los souvenirs para extranjeros— que no concebían que un día la información pudiera haber estado envuelta en papel, encorsetada, detenida y apisonada sin posibilidad de interactuar con ella.

Era el 6 de julio de 2026 y hacía mucho calor, parecía una contradicción que el sol estuviera ese día tan alejado de la tierra y sin embargo calentara más que nunca. Los medios digitales explicaron que las estaciones climáticas dependían del eje de inclinación de la tierra con el astro y no de la distancia entre ambos. Pero lo cierto es que el cambio climático que se venía produciendo desde hacía años estaba pasando factura. Algo así había pasado con los periódicos de la capital. No apetecía pasear por la Gran Vía.

Datos:
* 1,2 millones de ejemplares de periódicos cada día se han dejado de comprar en los últimos 5 años. (Fuente: OJD)
* Solo en 2012 se han perdido más de 500.000 ejemplares diarios.
* Los cuatro principales periódicos de información general editados en Madrid (nacionales) no son líderes (sumadas sus ventas) en ninguna comunidad autónoma, exceptuada la de Andalucía. En todas ellas gana en difusión la prensa regional. (Fuentes: Libro Blanco de AEDE y OJD)
* El índice de periódicos comprados por habitante en España ha pasado de 102 a 64 por mil habitantes. El más bajo de Europa.
* Los ingresos de publicidad de los diarios han descendido el 65% en seis años.
* Las páginas de publicidad local representan el 70,7% mientras que las de publicidad nacional solo el 29,3%
* El 6 de julio de 2026 la tierra estará más alejada del sol.

http://www.josesanclemente.com/

22 ene 2014

El paper dels 'dircom'

Albert Sáez
Hi ha una certa tendència a pensar i a escriure que la transformació dels mitjans de comunicació només canvia la vida dels diaris i dels periodistes. Afecta a tot els sectors i els professionals de la comunicació. Els professionals de la publicitat ja fa temps que s’han reciclat sense fer massa soroll, com acostumen, i sense transmetre la sensació que estan en decadència. No els agrada ser notícia i saben de les conseqüències a llarg termini de la reiteració dels mals auguris. Però ja fa dies que la professió publicitària ha implosionat i el procés de creació, conceptualització, producció i contractació de les campanyes publicitàries s’ha atomitzat. Només les grans multinacionals, lligades a marques transnacionals, han sobreviscut com a agències de serveis integrals. La resta són freelance que han incorporat l’entorn digital dins de les seves rutines.

Mentre el periodisme als mitjans segueix llepant-se les ferides i lamentant els mals que li venen de fora sense la més mínima autocrítica, la gent que fa periodisme fora dels mitjans s’espavila. És
el cas dels responsables de les relacions amb els mitjans, i de moltes coses més, des de les empreses. Últimament com ens agrada posar tots els noms en anglès, els anomenem 'dircoms', vaja el que tota la vida havíem dit que eren directors de comunicació, la majoria provinents del periodisme als mitjans o en tot cas provinents de les facultats de periodisme. Dircom-Catalunya, l’associació que els agrupa, acaba de fer un decàleg per definir el seu paper ara i aquí.
Logotip de Dircom Catalunya

De les moltes coses interessants que diuen en destaco una: parlen de tenir cura del “capital d’actius intangibles: la notorietat, la marca, la imatge i la reputació” de les empreses i institucions públiques. Ben lluny de l’estereotip que arrossegaven: fer sortir els directius guapos a la foto moltes vegades per vendre més. Aquí en tenim uns que ja han sabut reinventar-se, de manera intel·ligent. I que han elaborat una definició de la seva professió que no parteix dels mitjans que utilitzen sinó dels objectius als que responen. Possiblement ara per aconseguir aquests objectius depenen molt més de la gestió dels seus propis mitjans de comunicació que no de la relació amb els tradicionals. Però la funció no es perd amb l’òrgan.

http://slownewsblog.com/

21 ene 2014

El diario de Gamonal (Burgos)

José Sanclemente
Es muy difícil que la prensa no pierda credibilidad cuando un editor defiende sus intereses particulares. Lo que está pasando en Gamonal (Burgos) es un claro ejemplo. No me voy a extender en lo que ya contaba el director de eldiario.es, Ignacio Escolar, en su columna, aunque debería releerse para entender por qué los medios pueden acabar con el periodismo como decía Graham Greene.
Antonio Miguel Méndez Pozo, constructor y editor.

Un constructor no puede ser editor de un diario, lo mismo que un pirómano no debería ser a la vez guardabosques ni un ministro de Economía, banquero.

En el caso del periodismo los límites están a flor de piel: deben ser tan susceptibles que la raya a traspasar solo puede estar teñida de un rosa pálido, casi transparente, y condicionados exclusivamente por las ideas, jamás por los compromisos y las hipotecas personales.

Arde Burgos porque los vecinos de Gamonal se oponen a las obras de un bulevar que les va a costar 8 millones de euros antes que priorizar los servicios esenciales de una comunidad castigada por la crisis. Algo de esos 8 millones se va a llevar la empresa constructora del editor del diario de Burgos, 'Michel' Méndez Pozo, que debería informar con imparcialidad en su diario sobre lo que en su ciudad está sucediendo.

El director del 'Diario de Burgos', en la cadena SER, hacía el miércoles 15 de enero un lamentable papel en defensa de su editor cuando debería estar del lado de los débiles, de aquellos a los que un periódico debe darles voz. Solo así se concibe el periodismo.

El miércoles pasado 'Diario de Burgos' abría su página web con un anuncio publicitario en defensa de Gamonal patrocinado por el Ayuntamiento de Burgos: Apostando por Gamonal es el lema y el vídeo que ostentaba en su cabecera el periódico.

Este es el claro ejemplo de que no todo vale en el periodismo, ni siquiera la publicidad tendenciosa en un momento como el que viven los burgaleses.

O se apuesta por los ciudadanos o el periodismo se muere. Lo están matando.
http://www.josesanclemente.com/

19 ene 2014

Set perles per rumiar

L’últim número de ‘Capçalera’, la revista del Col·legi de Periodistes de Catalunya, publica uns quants reportatges i entrevistes interessants sobre el present i el futur de l’ofici i els seus ‘oficiants’. D’alguns d’aquestes articles hem extret sis afirmacions de periodistes avesats i experts en comunicació que conviden a la reflexió al voltant de: 1) la informació, la publicitat i la manipulació social; 2) les possibles fonts d’ingressos dels mitjans del futur, i 3) les tasques poc periodístiques de molts periodistes. Com a miniepíleg recollim el fragment d’un article sobre el gregarisme dels mitjans de comunicació davant de la corrupció firmat pel corrossiu Manuel Vicent. 

Eduardo San José Requejo, analista social i politòleg a SyM Consulting: “Les empreses periodístiques queden exposades a un quasimonopoli publicitari del poder amb la pèrdua d’independència que pot generar. Qualsevol observador s’haurà adonat que aquells que mantenen la inversió en publicitat són les administracions públiques i les grans empreses, les mateixes que tenen interès en quina informació arriba a la ciutadania. La informació en entorns de crisi com l’actual és una eina més de manipulació social i existeix una major consciència de manipulació o un intent de la mateixa. L’agenda política i mediàtica van en paral·lel i cada cop més en discordança amb els interessos ciutadans. Els periodistes s’han allunyat dels problemes reals de la població”.

Carles Capdevila, director del diari ‘Ara’: “La professió ha de liderar l’’operació salvar el periodisme’ amb bons continguts, mitjans independents i convencent la gent perquè pagui pels continguts. (...) Un mitjà que només depengui de la publicitat no podrà ser independent i els que poden garantir-nos la independència són els lectors, si bé al seu torn per fer-ho necessiten creure que el mitjà és independent”.

Xavi Casinos, autor de ‘El misterio del yogut caducado o cómo reinventar los periódicos’, llibre del qual ja se n’ha parlat a PAIOS: “Les empreses editores no acaben d’assumir que el seu negoci ja no son només els diaris en paper sinó la informació. Per això es necessiten redaccions multimèdia amb capacitat de crear continguts en tos els formats i periodistes que puguin treballar-los. És el que el full de ruta del ‘Financial Times’ anomena redaccions 4.0 (...) Les fórmules de comercialització de les factories de continguts multimèdia consistiran, en molts casos, en la simple suma de microingressos, procedents per exemple de subscripcions temàtiques, com ha fet ‘The Guardian’ amb els esports. Altres fórmules son la compra individualitzada –al detall- de determinats continguts, i el reaprofitament de l’hemeroteca, efemèrides i informacions d’actualitat de gran cobertura, per exemple, mitjançant l’edició de llibres electrònics o ‘ebooks’, amb un cost de producció gairebé insignificant”.

“Als Estats Units ja s’han creat fins a deu empreses periodístiques que tan sols operen amb els seus mòbils”. (Bertrand Pequerie, CEO de Global Editors Network).

Bertrand Pequerie, CEO de Global Editors Network: “Els principals escàndols dels darrers dos anys (Wikileaks i el ‘cas Snowden’) han estat revelats per persones que no són periodistes, tot un símbol de la crisis de la professió”.

Jon Lee Anderson, periodista del ‘New Yorker’, expert en
Jon Lee Anderson. 
Llatinoamèrica i en la guerra contra el terrorisme: “La situació actual és difícil i alguns periodistes hauran de decidir què fan. Si es troben en una redacció fent refregits de la informació d’altra gent, això no és periodisme. Entenc que, a vegades, degut a determinades situacions personals, s’ha de fer, però és trist i no hauria de ser així. Si algú no està d’acord amb aquesta situació, hauria de tornar a descobrir l’aventurer que porta a dins”.

Manuel Vicent, escriptor, a una columna de ‘El País’ publicada el 12 de gener: “Los medios de comunicación han dejado de roer los casos Gürtel y los ERE de Andalucía. Las mascotas parecen haberse aburrido de estos juguetes ya demasiado mordidos o babeados y de pronto se muestran felices con otros huesos, peluches o pelotas de todos los colores que les acabn de regalar. El quebrantamiento físico del Rey, la imputación de la infanta Cristina, el destino de la Monarquía, la aventura independentista de Catalunya, la neurosis religiosa aberrante del proyecto de ley sobre el aborto son los nuevos huesos de plástico que los periodistas deberemos roer de aquí al verano (...) y devolver al amo del cotarro hasta que el escándalo de corrupción o un grave problema político, disuelto en saliva, diluya toda su carga explosiva bajo una apabullante y confusa catarata de artículos, opiniones y tertulias, que al final no son sino una forma, mejor o peor, de ganarse la vida”.

16 ene 2014

Un 'zoom' massa tancat

Joan Brunet i Mauri
Una de les interpel·lacions més recurrents que se’ns fan als periodistes persones normalment no coneixedores del funcionament del món dels mitjans de comunicació, és per interessar-se pels criteris pels quals ens regim els periodistes i els mitjans a l’hora d’optar per divulgar unes o altres notícies. I això per la percepció que aquestes persones tenen que les seves respectives ciutats o àmbits geogràfics solament apareixen en els grans mitjans de comunicació quan són focus de fets excepcionals vinculats al què habitualment coneixem com a fets de crònica de successos. Per expressar-ho en unes altres paraules: són molts i moltes els ciutadans i les ciutadanes de més enllà de Collserola que pensen
La serra de Collserola.
 que els seus respectius àmbits geogràfics són notícia només quan s’hi produeixen fets amb un rerefons negatiu. 
Malgrat que aquesta percepció sigui més o menys ajustada a la realitat, a les persones que consideren que els grans mitjans de comunicació es fixen fonamentalment en allò que s’esdevé a la capital no els falta part de raó, ja que no hi ha dubte que els periodistes posem major atenció al territori i a les persones que ens són més propers. D’aquesta manera, i també per la centralitat que exerceix sobre el conjunt de Catalunya, el què passa a Barcelona acaba essent sempre mediàticament més rellevant que no pas altres fets d’una possible magnitud o transcendència similar que tenen el seu origen en un punt geogràfic situat més enllà dels estrets límits de la gran ciutat.

Clar que aquesta mateixa percepció que nosaltres podem tenir en relació al tractament que en el nostre cas fan els grans mitjans de comunicació nacionals i estatals de l’actualitat sabadellenca, és equiparable a la que poden sentir els habitants dels nostres barris quant a l’atenció que se’ls presta des dels mitjans de comunicació locals. També en aquest cas deu passar que els periodistes tenim el nostre particular ‘zoom’ excessivament tancat, la qual cosa ens impedeix que ens adonem del què s’esdevé a la perifèria de la nostra ciutat.

Tot plegat bé a tomb pel fet que una bona amiga que des de fa temps desenvolupa treball social en el sabadellenc barri de Can Puiggener, em va traslladar la seva preocupació arran l’escàs interès mediàtic que la vida del seu barri d’adopció mereixia per part dels mitjans de comunicació locals, i que per contra, quan el barri era notícia no ho era precisament a fi de bé. Per il·lustrar-me aquesta seva percepció em va posar com a exemple alguns dels programes socials que a Can Puiggener es venen desenvolupant i que coadjuven al foment d’un bon clima socio-cultural entre els seus habitants. Programes que la meva interlocutora qualificava de ‘petits èxits’ precisament perquè contribuïen a mantenir la convivència entre persones i col·lectius de molt diversa procedència i cultures.

En qualsevol cas, als que tenen la percepció que des dels mitjans de comunicació no es valoren convenientment els esdeveniments de les perifèries, o als que es lamenten del fet que les bones notícies no es reflecteixin amb normalitat en els diaris, ràdios i televisions, els he d’advertir que als periodistes també se’ns escapen les bones notícies, simplement perquè les desconeixem, o perquè el periodisme cívic i social constitueix avui una rara avis.

Davant la complexitat dels dies que vivim, no hauria de ser menyspreable que periodistes i mitjans de comunicació ens decidíssim a donar valor a aquelles iniciatives i programes que coadjuven a la millora de la convivència. Qui sap si d’aquesta manera contribuiríem també a reflectir amb major nitidesa que no pas ho fem habitualment, l’estat de salut cívica, cultural i social de la nostra societat.

http://blogs.cperc.net/jbrunet




7 ene 2014

L'extinció dels diaris ja té data

Cristina Palomar
Un cop l'any ens reunim un grup d'amics, la majoria periodistes i la majoria aturats o amb feines precàries, per fer teràpia de grup. Imitant la pel·licula 'Nothing Hill', ens trobem al voltant d'una taula i comencem a verbalitzar per què ens mereixem el premi al més desgraciat de tots. I la teràpia funciona perquè després d'haver buidat el pap, la resta de comensals considera que no ets prou desgraciat per meréixer cap premi, cosa que sempre és motiu d'alegria.

A l'última trobada, un dels amics es va presentar amb una estranya acompanyant. Primer la va presentar com a la Verònica-dentista, cosa que ens va atemorir una mica. Després, quan ja estàvem prou borratxos, ens va revel·lar que la seva veritable passió era fer de Verònica-pitonisa. Tots es van apressar a preguntar-li quan temps podrien viure de la seva feina com a periodistes. Tots menys jo, que vaig optar per demanar-li si podia predir quan s'extingiria definitivament la premsa escrita.

Tothom va callar de cop per escoltar la sentència de mort. "L'extinció culminarà quan es mori l'últim lector", em va respondre. La decepció va ser general, evidentment, perquè la resposta era òbvia. Tanmateix, ja porto dies donant-li voltes a la frase i he arribat a la conclusió que la premsa escrita serà història cap al 2050. El càlcul és aproximat i depèn d'un munt de variables que no puc controlar, però té la seva lògica encara que no descarto algun cas de resistència numantina en alguna comunitat aïllada.

Parteixo de la base que la població menor de 35 anys ha crescut, majoritàriament, amb una 'playstation' sota el braç. Són audiovisuals al 100% i fugen d'un llibre o d'un diari com a gats escaldats. Són incapaços de concentrar-se en una cosa més de cinc minuts i necessiten constantment 'inputs' que els mantinguin desperts i interessats, tot el contrari del que provoca ara un diari. De proves, en tenim la tira: a les facultats de comunicació els diaris es moren de fàstic a la pila esperant que algú els llegeixi, igual que als quioscos. Ni regalats interessen.

En contra de la meva teoria direu que el problema de fons dels diaris no és un, sinó uns quants. La seva falta de credibilitat degut a un excés de subvencions que els converteixen en òrgans de propaganda del govern de torn, la seva falta de qualitat per la brutal retallada de les redaccions per abaratir despeses, la pèrdua del suport publicitari per la crisi, el fet que la gestió empresarial la portin xarcuters i no periodistes... Tot això està molt bé, però no és res comparat amb la constatació que les noves generacions quan volen saber què passa al món ho consulten al senyor Google. És ràpid, còmode i gratis.

Naturalment, la data d'extinció definitiva de la premsa és imprecisa. He fet els càlculs pensant en una mitjana de vida d'uns 85 anys. Tanmateix, hi ha unes quantes variables que podrien rebaixar la data de l'Harmagedon com ara el fet que només els vells rics es puguin pagar la medicació o clonar els òrgans malalts, que esclati la tercera guerra mundial o que el nostre futur govern d'una Catalunya independent ens prohibeixi viure més de 50 anys per estalviar-se haver-nos de pagar la pensió.

Crec que això últim difícilment passarà perquè no tindrem pensió.