Eduardo López Alonso
El auge de internet en el acceso a la información requiere que los diarios pongan ya todos los recursos posibles en la conquista del medio 'on line'. La imagen de marca es la llave para consolidar el hueco de mercado; los recursos humanos disponibles y conocedores de los mecanismos periodísticos son la clave del éxito. Sin embargo los ingenios técnicos actuales no parecen suficientes para lograr la alianza perfecta de las cabeceras con los lectores, capaces por si mismos de recurrir a buena parte de las fuentes informativas.
El motor tecnológico que permite difundir la información debe mejorar y las rutinas organizativas del pasado deben asumir también cambios para que las cabeceras recuperen el papel de prescriptores informativos y cimentadores de la opinión pública.
El motor tecnológico que permite difundir la información debe mejorar y las rutinas organizativas del pasado deben asumir también cambios para que las cabeceras recuperen el papel de prescriptores informativos y cimentadores de la opinión pública.
Las redacciones periodísticas se encuentran actualmente claramente jerarquizadas con el objetivo de mantener una cierta coherencia editorial. Internet no ha cambiado esas jerarquías, pero la avalancha productiva ha permitido en ocasiones relajar esas rutinas con efectos positivos y negativos por igual. Por una parte se eliminaron filtros de calidad, algo negativo, y por otra parte se dieron salida a contenidos distintos y gratificantes para el lector en una muestra de iniciativa periodística que sería malo cercenar. El éxito de audiencia también alienta la entrada de informaciones, temas, ópticas y aspectos de la realidad que en el pasado no tenían cabida en diarios serios y que han demostrado ser del gusto de los lectores.
El caos informativo en torno a la producción masiva de informaciones que permite internet deberá racionalizarse en el futuro más en lo técnico que en la deseable iniciativa periodística. La mayoría de programas utilizados para la gestión de portadas tienen el lastre de centralizar excesivamente las tareas. La portada es el centro y un verdadero cuello de botella en la lógica selección informativa, herencia del formato papel. Pero la simple portada en papel se ha transformado en una portada digital gigantesca, que equivale en realidad casi al contenido íntegro del diario en papel y que es sólo una parte de la oferta informativa total lanzada a la red de redes. En la práctica, el manejo de una portada sería equivalente a estar jugando con la posición de las noticias en un diario en papel de manera constante, en función de la última hora y los criterios de importancia que otorga en cada momento el operador-portadista de turno.
El concepto 'on line' podría en el futuro revisar esa concepción de la portada sin necesidad de invalidar el principio de mayor volumen de noticias ofertado-más entradas y por tanto, más publicidad. La clave es buscar un sistema de portadas multicapa eficiente en el que la selección informativa a la vista se restringe aparentemente, pero al mismo tiempo se cede protagonismo al lector a partir de la primera capa-portada sugerida. Los sistemas de menús de entrada a capas profundas deberían evolucionar (más leídas, temas, secciones, autores, última hora, 'rankings' varios).
Desde el punto de vista de la producción es necesario incorporar un nuevo sistema de portada distribuida, en la que los gestores de la información son múltiples y la construcción de esas múltiples portadas casi automática. Para el lector sería posible lanzarse directamente a la lectura de sus temas de interés desde una portada inicial escueta. La selección informativa de esa portada principal sería equivalente a la selección de las portadas en papel actuales, con un puñado de noticias.
Pongamos un ejemplo. Se diseñaría una portada de no más de una decena de temas seleccionadas por la cabecera en función de sus intereses o criterios. Mediante 'scrolls' laterales se accedería a nuevas capas de portada focalizadas en áreas de interés estándar, entrar en un tema supondría acceder a múltiples temas relacionados.
Se podría decir que organizaciones similares ya existen en la actualidad en las portadas y reciben escaso tráfico de lectores, pero es que la actual oferta multicapa tiende a ser un cajón de sastre de informaciones poco actualizadas. Cada portada debería ser gestionada por los especialistas de cada área en tiempo real. Arrevistar la web con temas en profundidad, varias piezas sobre el tema y géneros periodísticos diferentes. Al final, una estructura productiva de información igual de compleja y amplia, pero organizada cara al lector-navegador de manera más intuitiva y ordenada por afinidades temáticas. Llegar a esos focos de interés dependerá tanto de la navegación interna como de la eficiencia de las codificaciones de las páginas. La apuesta es arriesgada, en un entorno en que la mayoría de medios abruman con largas portadas multitema, pero quizá sería premiada por los buscadores, los usuarios que acceden con terminales móviles y por los anunciantes deseosos de dirigirse a clientes potenciales escogidos.
Ese concepto fue iniciado hace algunos años por la web de 'USA Today', aunque finalmente la decena de noticias iniciales se han convertido en muchas más y la idea original de sencillez aparente se ha pervertido. Por otra parte, un elemento positivo es que la elaboración de una portada principal escueta y elegida libera recursos humanos para la deseable elaboración informativa y no obliga al lector a introducirse en larguísimas morcillas de noticias de última hora, en una muestra de espectacular alarde de falta de coherencia valorativa, elemento este que es el principal valor añadido de los diarios en papel y fundamental argumento de venta en los quioscos.
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