El quadern dels periodistes apocalíptics, integrats, optimistes i/o solidaris

EL QUADERN DELS PERIODISTES APOCALÍPTICS, INTEGRATS, OPTIMISTES I/O SOLIDARIS

19 sept 2023

Hay quienes no quieren que la información sea veraz... Que no nos engañen

Dardo Gómez
Entre los variados patinazos a que nos tienen acostumbrados las propuestas electorales, una de ellas logró una amplia contestación mediática en junio pasado. Se trataba de una propuesta incluida en el programa que el movimiento Sumar estaba elaborando para las pasadas elecciones del 23-J.

El patinazo no tuvo mayor significación en los resultados electorales
y tampoco es que me conmuevan demasiado las indignaciones hipócritas de los dueños de los medios y sus escribidores, ya que suelen ser de corto recorrido y suelen paliarse dentro del espectro corrupto de nuestros medios con publicidad de alguna secretaría, o subvenciones de las administraciones casi nunca justificables.

El caso es que la agrupación liderada por Yolanda Díaz había incluido entre sus propuestas electorales la iniciativa inconsulta e inviable de "expulsión de la carrera periodística” a aquel informador que "manipule y desinforme". Una propuesta precipitada, elaborada por algún desinformado y que fue tachada por los medios y profesionalistas, entre otras tonterías, de inconstitucional.

La propuesta fue inmediatamente retirada del programa de Sumar aduciendo el partido que se habían equivocado de borrador e incluido una propuesta ya desechada por la propia agrupación; aunque quizá debieron desechar al que la propuso por su carencia de cacumen y su escasa información sobre el tema.

Aunque los oportunistas indignados por el tema tampoco andan muy iluminados ya que no había motivo de preocupación. Es obvio que nadie puede expulsar a nadie de un espacio que no existe; estos indignados son los primeros que se alzan contra la regulación de la información y deberían saber que el trabajo de periodista es de libre disposición para cualquier españolito. ¿De qué carrera los van a expulsar?

Te pueden echar del trabajo, pagarte miserias infames, hacerte mentir al dictado, obligarte a horarios abusivos, acosarte sexualmente y un sinfín de putadas... Pero, nada de esto suele indignar a estos indocumentados.

La manipulación y la desinformación de cada día


Tampoco parece que les inquieta ni les irrita la persistente práctica diaria de la desinformación y la manipulación informativa que practican la mayoría de los medios informativos comerciales y públicos españoles. No lo digo sólo yo; estudios de organizaciones a las que no se le puede adjudicar que sean podemitas ni comunistas lo confirman. Una de ellas es Intermón Oxfam que recoge en su informe Barómetro de la información y los discursos de odio frente al migrante de este año que el 21% de nuestra población padece pobreza informativa. Al 67% de los encuestados le preocupa el impacto que tiene la desinformación sobre la vida real, es algo más que un tema incómodo. El 54% de ellos señala que “hay tanta desinformación en la sociedad que yo ya no me creo nada”.

El 85% de estas personas cree que existe una intención deliberada de manipularlas a través de las redes sociales y el 68% apunta que “los perfiles falsos y la manipulación son más frecuentes que la información veraz”.

Este informe de Intermón Oxfam es compartido por el verificador de noticias Maldita.es y la agencia de comunicación Atrevia y se basa en un sondeo realizado entre más de 2.000 personas en todo el territorio español, lo que asegura su solvencia.

Éste no es el único estudio que demuestra que la ciudadanía esta harta de los mentirosos en las redes y en los medios y que reclama que desde alguna instancia legislativa o administrativa alguien haga algo para protegernos de estos terroristas de la información. Por lo mismo, me sigue sorprendiendo que los profesionales de este menester y la mayoría de sus asociaciones, especialmente las profesionalistas, sigan proclamando como hace treinta años que tenemos medios impolutos y que los medios de comunicación con su mera autorregulación se bastan para asegurar a la ciudadanía la idoneidad de sus informaciones.

Esto ya no se lo cree nadie en España ni en Europa ni fuera de ella; la prueba son los varios intentos de regulación que se han estado dando en muchos países; ensayos recomendados por organizaciones como la Unesco o la Federación Internacional de Periodistas (FIP) y que fracasaron en su intento de instaurar sus soluciones por la acción no siempre digna del profesionalismo periodístico y de las patronales del sector, que llegaron a desestabilizar gobiernos con tal de proteger sus intereses.

Abramos el paraguas de la paciencia porque esta lluvia puede alcanzar virulencia en los próximos meses si se renueva la actual coalición gubernamental en España y si el socio minoritario exige el cumplimiento de las propuestas en materia de comunicación que lleva en su programa. Que para mí son muy tibias.

La libertad de comunicar y recibir información


El artículo 20 de la Constitución preserva los derechos de la ciudadanía a "expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción" y, asimismo, "a comunicar o recibir libremente información veraz por cualquier medio de difusión".

Una proclama muy sabia pero tan ineficaz como el derecho universal a la salud o a la educación en este y otros muchos países; esas palabras se pierden en las garras de la avaricia y la prevaricación informativa si no se hallan respaldadas por una regulación que asegure que esa intención se puede cumplir y que hay un freno para estos “no echables” de la profesión y su perversión mediática.

Como el partido de Yolanda Díaz promete en su programa, es muy posible que vuelva a dar la batalla con este tema. Leo en su programa, que se puede consultar en su web, que exigirá del gobierno que aspira a integrar que vele "por la libertad de expresión, contra el uso fraudulento de la información". Señala que "la libertad de expresión y de comunicación son pilares de la democracia, de manera que necesitamos potenciar la primera y proteger la segunda de usos fraudulentos. En este sentido, proponemos una regulación soft; es decir, promover un debate público que culmine en códigos de buenas prácticas y compromisos de las partes". Agrega que "también nos parece imprescindible explorar algunas vías normativas concretas, como una ley orgánica sobre el derecho a dar y recibir información veraz o la reforma del derecho de rectificación de las informaciones falsas". Y, para proteger la libertad de expresión señala que se debe “revisar los delitos de opinión y de odio, así como modificar o, en su caso, derogar parcialmente la ley de seguridad ciudadana". Para lo cual, entiende esta formación que "resulta ineludible abordar la regulación y el control democrático sobre el uso de datos masivos, el control público de algoritmos y la imparable introducción de la Inteligencia Artificial".

Estas propuestas, que me parecen sensatas, este pasado agosto ya han levantado las críticas de algunos medios conservadores; pero se me hace que no se quedara en eso, porque el programa de Sumar tiene más zumo.

Aclaro, ya de paso, que hay colegas que aún no saben diferenciar entre la verdad y lo veraz y pontifican que la verdad es inasible; a estos adoradores de perogrullo hay que decirlos que la veracidad es mensurable. Ésta sólo juzga la intención de decir la verdad y los periodistas pueden demostrar que no tenían intención de mentir demostrando que han contrastado hasta donde podían hacerlo que la información publicada era correcta.

La obligación de recuperar el enterrado CEMA


No se si alguien recordará que existe un Consejo Estatal de los Medios Audiovisuales conocido como CEMA por sus siglas y que fue instaurado por la vigente Ley General de la Comunicación Audiovisual de 2010. Esa que a propuesta del presidente José Luis Rodríguez Zapatero y que, supuestamente, habría de servir para albergar todos los aspectos de los medios de comunicación audiovisuales en una única norma, pero que se hizo al dictado de UTECA, como se llamaba por entonces la patronal de las televisiones privadas.

El CEMA terminó enterrado por el Gobierno de Mariano Rajoy como una secretaría inoperante de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), aunque desde hace años las autoridades europeas vienen reclamando su funcionamiento al mismo nivel de los organismos similares existentes en el continente. Pues ya algunos periodistas de confianza de la patronal del sector audiovisual han descubierto que el programa de Sumar en el punto 29 dedicado a Cultura señala: "Aprobación de un Estatuto de la Información y el Consejo Estatal de los Medios Audiovisuales (CEMA). Elaboraremos un Estatuto de la Información para proteger a los y las profesionales del sector e instaurar un código deontológico que acabe con las informaciones falsas. Se pondrá en marcha el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales (CEMA) como órgano regulador, supervisor y sancionador del sector".

Imagino que esta será el próximo frente de ataque, porque ya han comenzado a menearnos la paciencia con que esas atribuciones atentan contra las libertades de la comunicación y que el Estado se excedería en sus funciones. Falso. Cuando apenas pone vallas a los abusos de los propietarios de los medios para proteger el derecho a la información de la ciudadanía.

Hay que recordarle a estos desinformados o estómagos agradecidos que el Comité de Derechos Humanos que en su congreso de julio de 2016 señaló: “El Estado debe adoptar todas las medidas necesarias y asegurar que su legislación esté plenamente compatible con el artículo 19 del Pacto, con miras a garantizar el pleno y efectivo ejercicio del derecho a la libertad de expresión y la libertad de prensa. En particular, debe revisar las recientes reformas en el servicio de comunicaciones audiovisuales e impedir la concentración de los medios de comunicación de manera que no menoscaben la diversidad de fuentes y opiniones, como determina la Observación general núm. 34 (2011) sobre libertad de opinión y libertad de expresión.” (apartado 365).

Uno se pregunta en que mundo de ficción han vivido estos colegas en los últimos decenios; tan irresponsables que se sienten capaces de opinar de cualquier cosa o de mentir sobre otras tantas sin tomarse la molestia de enterarse de datos elementales que afectan directamente al ejercicio de su profesión. Muy lamentable...

Artículo publicado en la revista 'El Observador'.

28 ago 2023

El cabasset del Rubiales

Josep-Maria Ureta
El diumenge 20 d’agost ens va arribar una noticia inesperada des de l’altre hemisferi i que a sobre era positiva per a una munió de gent que, tot i que els agradava el futbol –i estava de vacances— tampoc era com per esverar-se. No era el Gamper de fa unes quantes dècades que permetia als culers de l’època el retorn a casa abans d’hora. El cap de família, i alguna filla, comunicava als de tota la casa i a aquelles hores intempestives que ¡havien guanyat el Mundial de Futbol! (lo de femení venia després).

Un retrat en blanc i negre, certament, però que a la majoria dels
aficionats als esports en general, primer, als del futbol després i, a les que segueixen les gestes de l’esport femení, tenia més de gesta individual que col·lectiva. Tot i que a Barcelona 92, tot s’ha de recordar, ja vàrem tenir el gran salt al futur de l’esport femení, tant individual com d’equips.

D’aquella eclosió dels triomfs esportius de gent d’aquí, soles o en equip, que es va consolidar el 1992, la següent referència més destacada va ser el Mundial de Futbol celebrat a Sudàfrica el 2010 guanyada per la selecció espanyola masculina de futbol dirigida per un castellà digníssim i admirable com Vicente del Bosque i acompanyat per una colla de jugadors catalans o que jugaven a equips catalans com el Barça i l’Espanyol.

¿I des de llavors què? En futbol res. Millor dit, en futbol masculí, res. De fa anys, tots aquells narradors de ràdio i televisió de gestes esportives d’equips masculins, que omplien les seves emissores de queixes o de l’habitual ¡llàstima! ben subjectiu, han substituït la narració objectiva i necessàriament amable dels partits per la militància sense embuts. Tot per ocultar fracassos.

És en aquests context que a les estructures més pregones de l’esport espanyol hi apareix un fet inesperat. Les jugadores de futbol femení, moltes de les quals provenien de guanyar ja uns quants trofeus europeus i mundials de clubs i seleccions (en categories reservades a equips de menor edat), tot i passar vicissituds tan agreujants com poc reconegudes i divulgades en públic, van i guanyen el mundial de futbol femení jugat a Austràlia i Nova Zelanda.

I a partir d’ací, aflora a la superfície un submarí carregat de desenes de vexacions, maltractaments, obvietats ocultades i tota la cua que es vulgui.

Ressentiment de les jugadores? Nooo!!! I heus ací el seu mèrit i la glosa que es vol fer en aquest text.

Tesi: com que el que han fet no era lo esperat/programat, els qui ho havien programat/esperat estaven tan desconcertats que varen començar a desbarrar tant que ara ja no saben què fer, llevat del recurs també clàssic de revertir el discurs que s’anava imposant i encara subsisteix. Síntesi interessada: han guanyat les dones perquè ho han aconseguit les decisions dels homes que manen en el futbol espanyol. Aquest era el fil conductor del discurs de Luis Rubiales, ja prou descrit als mitjans.

Qui és la víctima?


Ara és el moment de buscar si el món del periodisme ha fet la feina que havia de fer. Després de les imatges, prou comentades, del president de la Reial Federació Espanyola de Futbol (RFEF), Luis Rubiales, enlairant a la jugadora Jennifer Hermoso i que grapant la seva cara li va clavar un petó no previst per part d’ella. També aquí deixo de banda la reiterada –i llepa per part dels mitjans centralistes— explicació que se n’ha fet.

Aquest text que proposo per fer anàlisi periodístic es basa en la intervenció pública que va fer Rubiales. Només dos antecedents: unes declaracions en una escala del viatge de tornada en què apuntava un intent de disculpa, i la difusió d’una nota de premsa segons la qual la futbolista afectada assegurava que el morreig vist per milions d’espectadors de tot el món era una efusió pròpia de la ocasió.

En la declaració des de l’avió de tornada, en Rubiales empra una expressió prou coneguda: “Si el meu comportament ha ofès a algú...”

Alto ací! Qualsevol disculpa que vagi introduïda per un “si...” condicional només és traduïble per “si t’has ofès, allà tu”.

En paraules del gran filòsof Daniel Innerarity: “Disculpar-se si algú ha pogut sentir-se ofès pel que un ha dit és una manera de culpabilitzar l’ofès, perquè es podria no haver sentit ofès”. Hi afegeixo: quan Rubiales diu (mentint) que el petó va ser consentit i unes quantes coses més està ja anticipant l’argument que més agrada els advocats que han de defensar a un agressor sexual: tot era consentit. ¿Potser és el moment de recordar a Dani Alves?

Primer avís que motiva aquest article: després hem sabut que Jenny Hermoso no només es va negar a comparèixer juntament amb Rubiales en el vídeo de justificació, si no que l’equip de premsa de la federació va tenir la immensa barra de difondre un text POSAT ENTRE COMETES, en que suposadament treia importància a l’escena del morreig i convertir-ho en “piquito” en termes de discoteca de matinada.

Vull destacar aquí una falta d’ètica professional sense precedents: el gabinet de comunicació de la federació es presta a entabanar als periodistes esportius dient que la Jenny havia fet declaracions i posar-les entre cometes. ¿On sou els periodistes que treballeu a tota mena de gabinets de comunicació públics i privats denunciant aquest abús d’atribucions? Allà vosaltres si després us posen en dubte.

I tot seguit ve el gran triomf del senyor Rubiales. Es proclama víctima d’una jugadora que sempre li havia estat propera, empàtica i una pila de coses més. ¿Quan? ¿On? ¿Hi ha proves escrites, gravacions, imatges?

L’heroi és ell?


Passem ara al que des del periodisme més serè i reflexiu cal proposar-se a l’hora d’analitzar tot el què ha passat des del 20 d’agost i el triomf imprevist d’una colla de jugadores de futbol d’un nivell extraordinari des de fa anys, al que s’hi han de sumar aquelles que varen anticipar-se (i renunciar a seguir-li el joc) al que era l’ambient tòxic creat per Rubiales i tots/totes qui l’envolten de fa anys.

Ací vull retornar a la lectura d’un dels llibres més clarificadors que he llegit els darrers anys. Un assaig curt (menys de 200 planes) d’un professor de literatura a Bérgamo i que respon exactament al títol: 'Crítica de la víctima', escrita per Daniele Giglioli.*

Tres frases del llibre per introduir prèviament la conclusió d’aquest
text.

Primer, de l’autor:

“La víctima es el héroe de nuestro tiempo. Ser víctima otorga prestigio, exige escucha, promete y fomenta reconocimiento, activa un potente generador de identidad, de derecho, de autoestima. Inmuniza contra cualquier crítica, garantiza la inocencia más allá de todo lo razonable...”.

Segon, de Max Weber:

“El mundo està para que goces de él; no te sometas a la ley del otro; cree en tu imaginario como en la cosa más verdadera y justa que pueda haber. Tienes derecho a ello y si se te niega, eres una víctima”.

Tercer, de Pasolini:

“Las personas más adorables son las que saben que no tienen derechos; también son adorables las que, a pesar de saber que los tienen, renuncian a ellos; y también son suficientemente simpáticas las personas que luchan por los derechos de los demás, sobre todo por aquellos que no saben que los tienen”.

Un altre cas judicial


Per si ningú no se n’ha adonat, hi ha un fil molt directe entre el què es va conèixer d’un altre futbolista a principis d’any, Dani Alves, i la seva relació “no consentida” amb una noia que acabava de conèixer a la discoteca Sutton de Barcelona i com s’ha anat rectificant la versió a mesura que han aparegut les “togues daurades” de l’univers judicial català.

Rubiales, advocat del sector ”picapleitos”, va fer una bona compareixença a la reunió de la RFEF que ell havia convocat i que havia organitzat acuradament com un bon programa de televisió, realitzat íntegrament pel seu gabinet de comunicació (aporto ara i aquí una altra pregunta als periodistes: ¿per què accepten que realitzi les imatges la TV de Rubiales i no ho adverteixen als seus lectors, oients, espectadors de qui realitza les imatges segons li convingui?).

Es clar que de tot plegat ens queda una imatge degenerativa del que
és el món del futbol, del periodisme, dels qui estan més propers als directius i jugadors del futbol... i dels qui dirigeixen els grans mitjans de comunicació.

Ja fa molts anys, l’encara enyorat Joaquim Maria Puyal, el millor narrador d’un partit de futbol fossis de quin equip que fossis, va utilitzar una expressió per descriure la part del cos dels jugadors que estava a l’entrecuix: en deia “el cabasset de les eines”.

Y queda clar ara que al cabasset de les eines del Rubiales i no pocs dels qui l’acompanyen al món del futbol només hi ha un martell desgastat i una barrina torçada i inoperant.

* 'Crítica de la víctima', de Daniele Giglioli, 2017. Edició espanyola de Herder, dirigida per Manuel Cruz.

24 ago 2023

Jaume Serrats, del primer tabloide a la modernització de l’'Avui'

Àngela Vinent
Segons Jaume Serrats, una bona o bon periodista havia de ser capaç, si la notícia ho requeria, de trucar a la primera ministra Golda Meir i aconseguir parlar amb ella encara que fossin les dues de la matinada (hora israeliana). Tothom sabia que accedir a mandataris de primer nivell sense passar pel colador d’assessors o caps de premsa era missió quasi impossible, però aquest era el Serrats que vaig conèixer. I el que més m’agradava.

Tenia fama de fer treballar en excés a la gent que integrava les
Serrats, en una imatge d'arxiu de TV3.

diferents redaccions que va dirigir. Aquest va ser un dels motius pels quals es va guanyar una certa desafecció entre l’ofici. Tot i així, un col·lega que el coneixia prou bé afirmava que segurament eren els ganduls els qui li agafaven tírria.

El vaig conèixer al diari vespertí 'Catalunya-Express' l’any 1976. El nou diari, de factura tabloide i pertanyent al Grup Mundo de Sebastià Auger, estava a punt de sortir al carrer. Una nova fornada de joves periodistes o aprenents de periodistes ens hi vam incorporar amb la il·lusió de formar part de una redacció per primera vegada. Sota la batuta de Serrats es va aconseguir formar un equip compacte de professionals.

Jaume Serrats, que era llicenciat en Dret però de vocació periodista, havia començat a 'El Correo Catalán', on va coincidir amb Manuel Ibáñez Escofet, i de la seva mà, s’integraria posteriorment al Tele/eXpres ja amb càrrec de redactor en cap. Més endavant, va saltar des del Tele/eXpres (aleshores en mans del Grup Godó) al Grup Mundo, com a subdirector de 'Mundo Diario' sota la direcció de Ramon Solanes. Va ser allà on va teixir amistat amb Auger, i els dos van començar a gestar la sortida del nou diari que pretenia ser diferent a tot el que s’havia vist fins aleshores a Barcelona.

Al Tele/eXpres Serrats havia tractat professionalment amb quatre reconeguts periodistes: Josep Maria Casasús, Jaume Guillamet, Xavier Roig i Josep Maria Sòria. Els quatre van ser fitxats per Serrats i es van convertir en el seu principal suport per tirar endavant el projecte 'Catalunya-Express'.

Va ser a la secció de 'Platines' d’aquest diari on va començar entre Serrats i jo el que es convertiria en una llarga relació laboral i d’amistat. 'Platines' era aquella secció, ja fa una colla d’anys desapareguda de les redaccions, en la qual el redactor/a que hi treballava havia d’ajustar títols (o fer-ne de nous) o bé tallar o afegir textos. Tot passava molt de pressa a les taules de fotocomposició dels tallers, just abans d’enviar les pàgines a la rotativa. Serrats baixava cada matí als tallers per controlar els darrers ajustos de la portada mentre jo em barallava amb els textos que s’havien de tornar a escriure o tallar perquè no hi cabien.

L’aspecte de Jaume Serrats contrarestava amb una àmplia majoria de periodistes de l’època: vestit, armilla i corbata impecables contra texans i grenyes. La seva actitud era convencional, però en canvi, podia optar per l’opció més arriscada si es tractava de fer un diari.

Al Catalunya-Express es va viure el període turbulent d’assemblees i vagues que van acompanyar durant 1980 la desfeta del Grup Mundo d’Auger. Serrats d’alguna manera representava a l’empresa, i tothom sabia de la seva amistat amb Auger. Això contribuiria en aquella època a que no fos vist amb gaires bons ulls entre la gent més abrandada de les redaccions.

Després de la fallida del Grup Mundo, Serrats va exercir com a director adjunt a 'El Noticiero Universal' (amb Jordi Domènech de director i Joan Tapia de director de publicacions de l’Editorial Mencheta). Mentrestant també va dirigir a TVE/Sant Cugat 'Tal com són', un programa d’entrevistes a personalitats catalanes.

I el 1982 es produeix la gran sorpresa quan des de cercles propers a CiU es dóna la notícia que Jaume Serrats serà el nou director del diari 'Avui' en substitució de Jordi Maluquer. L’'Avui' era considerat el diari convergent per naturalesa i se sabia que el mateix president Jordi Pujol feia i desfeia directament segons convingués. La sorpresa arribava perquè Serrats no destacava com a persona nacionalista ni afí al règim pujolista. Per altra banda, el seu català escrit era més aviat pobre, tot i que poques setmanes després del seu nomenament ja l’escrivia correctament. A més, l’acompanyava Carles Flo com a subdirector de confiança, qui, segons determinats barems, tampoc tenia suficient pedigrí catalanista. A partir d’aquí van començar a córrer tot tipus de rumors falsos. El més celebrat pels seus detractors és que Serrats desconeixia qui era Rafael Casanova. De fet, Jaume Serrats era un home culte i llegit. Tenia a casa seva una extensa biblioteca i una impressionant col·lecció de pel·lícules de cine en format vídeo de totes les èpoques. Era capaç d’estar-se nits senceres sense dormir visionant cine. No ha tingut temps de veure-les totes.

Arran de la mort de Jaume Serrats s’ha escrit i publicat que va ser el director que va emprendre la modernització del diari 'Avui'. És cert. Però l’intent de modernitzar-lo i d’incorporar-hi noves veus va ser també una constant font de problemes per a ell. I la paradoxa va venir quan van saltar totes les alarmes per publicar unes esqueles del etarra Mikel Zabalza i del membre de Terra Lliure Quim Sánchez. Ell sempre havia afirmat que publicar aquestes esqueles formava part de la llibertat de premsa. Per aquest fet seria processat per presumpta apologia del terrorisme.

Tothom qui hem treballat a l’'Avui' hem comprovat que un director podia ser acomiadat d’un dia per l’altre. Normalment, hi havia qüestions que s’anaven acumulant fins que algun fet exercia de detonador. Això és el que va passar amb Serrats. Un bon reportatge escrit per Lluís Bonada va ser el motiu del cessament fulminant de Jaume Serrats. Aquest reportatge formava part d’una sèrie de diferents capítols relatius als deu anys de la mort de Franco. Bonada és el que en argot periodístic en diem una rata de biblioteca. I va trobar una fotografia sensacional que il·lustrava a sis columnes el text corresponent. A la fotografia es veia el convergent Josep Gomis vestit de falangista, amb el braç i la mà alçada al costat del fèretre de Franco. El titular deia exactament allò que mostrava la foto: que Gomis va vetllar el dictador. Gomis havia sigut alcalde de Montblanc durant el franquisme i posteriorment també alcalde per CiU. Quan es va publicar el reportatge era president de la Diputació de Tarragona i diputat a Corts. (Més endavant seria conseller de Governació i delegat de la Generalitat a Madrid). El matí que es publicava el reportatge els telèfons no van parar de sonar als despatxos del Palau. Jaume Serrats no va tornar a posar els peus al diari.

Com acostuma a passar, els mateixos que l’havien nomenat i que quatre anys després el van fer fora, li van anar oferint diferents càrrecs relacionats amb la comunicació. Serrats va anar acceptant sense gaire convicció fins que es va jubilar, però ja no va tornar a estar mai més a primera línia del periodisme.

Va ser un professional estimat i valorat per la gent que més el va tractar. Una periodista que havia treballat amb ell en un dels diaris que va dirigir, em va dir un dia: “Al Serrats costa estimar-lo, però quan el coneixes una mica l’estimes irremeiablement”.

El proper 12 de setembre per la tarda s'oficiarà un funeral per l'ànima de Jaume Serrats a l'església dels Jesuïtes del carrer de  Casp de Barcelona.

18 ago 2023

TV3 i Catalunya Ràdio volen el traspàs de Rodalies

Siscu Baiges
Se suposa que els mitjans de comunicació públics han d’informar no ensinistrar. Han d’explicar els fets tal com són i que siguin els ciutadans els que es formin la seva pròpia opinió sobre allò de què se’ls informa.

Vivim en un món on els mitjans de comunicació privats imposen el
Estació dels Ferrocarrils de la Generalitat. 
seu poder. Els mitjans públics s’haurien de convertir en un contrapunt a la parcialitat dels privats. Quan als programes informatius de les ràdios i televisions anuncien que repassaran les portades dels diaris ja saps què et trobaràs. A Catalunya tenim dos diaris que juguen a favor de la independència i dos que no. Ja saps com enfocaran les notícies abans que el presentador repassi les seves portades. A Madrid, igual. Costa de creure que Espanya tingui un govern de progrés davant la campanya descarada en contra seu de la majoria de diaris que es fan a la capital espanyola.

En aquest context és més necessari que mai que la gent pugui confiar en la imparcialitat i l’objectivitat dels mitjans públics. No hi ha diaris públics i, la veritat, és que m’encantaria que n’hi hagués. No n’hi ha ni a Catalunya ni a Espanya ni enlloc del món que no siguin sistemes autoritaris. Sí que tenim, però, ràdios i televisions públiques. Per això és trist i frustrant que TV3 i Catalunya Ràdio enredin o intentin enredar els ciutadans amb la informació esbiaixada i sectària a què ens han acostumat des de fa molts anys.

Aquest biaix es nota a tots els nivells. Des de les informacions polítiques a les tertúlies d’actualitat fins a la informació del Trànsit. Sí, sí, ho heu llegit bé: el Trànsit. Es pot manipular la informació amb les cues a les carreteres o les incidències als transports públics? I tant! Després de molts anys demanant que s’eliminessin els peatges de l’AP7 i acusant el Govern espanyol d’oposar-s’hi quan es van suprimir aquesta autovia s’ha convertit en una trampa pels conductors. S’hi produeixen accidents cada dos per tres i les cues són habituals. Ara no es paguen diners per circular-hi però es paga l’experiència amb crispació i atacs de nervis i impaciència. Qui en té la culpa? És una pregunta que trobem a faltar als mitjans públics de la Generalitat.

El que no es troba a faltar mai a TV3 i Catalunya Ràdio són informacions sobre les incidències als serveis de Rodalies que gestiona Renfe. Als serveis que gestiona Ferrocarrils de la Generalitat tot va com una seda, segons aquests mitjans. Fa uns dies, una màquina que feia obres de matinada a una línia que explota Ferrocarrils de la Generalitat es va desfrenar a l’estació de Peu del Funicular i va baixar a gran velocitat fins que es va estampar contra una altra màquina a la de Sarrià. Un operari es va trencar una cama. TV3 i Catalunya Ràdio van passar ràpidament per sobre del tema i van matar la informació sobre la reacció dels milers d’usuaris que es van quedar tot el dia sense servei de tren entre les estacions de Sarrià i Tres Torres dient que s’ho havien pres amb “esportivitat”.

Quatre dies després un tren sense passatgers va descarrilar a la R2, una línia que gestiona Renfe. El servei va quedar interromput tot el dia entre les estacions de Vilanova i la Geltrú i Sitges. Un servei d’autobusos alternatius va cobrir aquest tram però TV3 i Catalunya Ràdio i els seus canals d’informació contínua --324 i Catalunya Informació- van desplaçar-hi redactors per captar la “indignació” dels usuaris afectats.

Si hi ha cues per una incidència al servei dels Ferrocarrils de la Generalitat, els ciutadans s’ho prenen amb “esportivitat”. Si n’hi ha per una incidència al servei de Rodalies Renfe, s’indignen i ho expliquen davant les càmeres i els micròfons de la televisió i la ràdio públiques. TV3 i Catalunya Ràdio remataven les seves informacions sobre la “indignació” ciutadana amb una intervenció de la consellera de Territori, Ester Capella, demanat el traspàs de Rodalies a la Generalitat.

Ferrocarrils de la Generalitat està fent obres aquest estiu per millorar algunes de les seves infraestructures. També ha hagut de contractar autobusos substitutoris. En algunes estacions, la gent ha fer una hora de cua per accedir-hi. A Twitter alguns d’ells han explicat com s’han pres aquesta situació. “Cua descomunal a Gràcia, amb sol directe, sense un espai d’ombra, pocs autobusos. SERVEI DESASTRÓS I PRECARI!!!”, va escriure un usuari a Twitter. No sembla que aquesta piulada l’hagi fet una persona que es prengui amb “esportivitat” el mal servei de FGC.

TV3 i Catalunya Ràdio no demanen el parer dels milers de persones que fan cues a Gràcia o Sarrià esperen uns autobusos que no arriben. Tampoc no aprofiten els vídeos o imatges que pengen a la xarxa per deixar constància d’una “indignació” que aquests mitjans públics no detecten. Videos i imatges com aquests dos següents: .

TV3 i Catalunya Ràdio volen que el Govern espanyol traspassi tot el servei de Rodalies al de la Generalitat. És la seva guerra. I ja se sap que a les guerres la primera víctima és la informació objectiva.

16 ago 2023

El Chat GPT es una herramienta al servicio del sistema, pero puede ser mi amigo si le dejan sus amos

Manuel López
El año 2022 ha sido el año en que ha aparecido una nueva herramienta, el Chat GPT (Generative Pretrained Transformer), desarrollado por Open AI. Bueno, en realidad se la puede denominar un apéndice de la Inteligencia Artificial (IA), pero más inteligente, como han dicho algunos artesanos de lo digital. Estamos ante el sistema de algoritmos empleado para servir a los usuarios de todos los países.

El producto de Open AI ha sido entrenado en una gran cantidad de
texto en internet para responder a preguntas y generar texto de manera autónoma. No se le puede pedir que actúe con lógica, aunque dice tener “conocimientos”, como veremos luego.

Bueno, esto de tener conocimientos puede o debería significar que tiene pensamiento para ordenar y discernir sobre esos supuestos conocimientos… pero este debate entra en la fase actual de implementación del invento, o del descubrimiento o de la investigación desarrollada por miles de personas y lógicamente por ordenadores que trabajan en base a unos algoritmos previamente diseñados por la empresa original.

Estaremos de acuerdo en que el algoritmo es un conjunto ordenado de operaciones sistemáticas que permite hacer un cálculo y hallar la solución de un tipo de problemas. Es decir, un algoritmo es una serie de órdenes de aceptación y negación. Puedes ordenar imponer un algoritmo que tolere ciertas cosas, las permita y las aliente, y al revés. Un algoritmo puede permitir o prohibir. Luego veremos su aplicación en un caso que hemos propuesto al Chat GPT.

En realidad, este chat --en minúsculas a partir de ahora-- no es otra cosa que el ascenso a los cielos de una serie de empresas que han superado un cierto nivel de autocomplacencia para instaurar una nueva era el mundo digital.

Lo de autocomplacencia lo digo porque es probable que el chat haya estado años en un cajón, encerrado, hasta que los estrategas del marqueting han decidido echarlo a la calle para generar una nueva tanda de negocios.

¿Qué es este chat? Un sistema digital basado en el lenguaje interactivo con capacidad para responder activamente sugerencias o peticiones del usuario. Lo hace con una cierta lógica e inteligencia, pero como que es una máquina --todo el soporte de sus algoritmos está en un hardware material-- no deja de ser una herramienta creada a base de múltiples respuestas perfiladas anteriormente e interiorizadas para hilvanarse en la concreción de mensajes más o menos claros.

Quien tiene el hardware y tiene el soft tiene un tesoro. Quien tiene el soft lo que tiene que hacer es preparar el operativo para que el usuario quede satisfecho, más o menos, con las respuestas y servicios que se le vayan a dar. Todo dependerá de la capacidad del soft y de la habilidad de quien confeccione el sistema de algoritmos.

No vamos a ocultar --ni hay que olvidar-- que lo de confeccionar el sistema de algoritmos está en disposición directa de los planteamientos ideológicos de sus programadores. Es decir, a un coche se le puede poner aire acondicionado, o no. A un ordenador le podemos quitar la tutela infantil, o no. A una herramienta como este chat se le puede crear una memoria activa con más o menos potencial de respuesta.

De ahí que sea tan importante la labor legislativa de los gobiernos para impedir que este chat --o los futuros-- se conviertan en vehículos con la dirección ya establecida, es decir, que el chat sepa adónde puede ir, y a donde no puede ir.

El chat ya está condicionado desde el mismo día en que se comercializó. Desde el mismo día en que alcanzó la velocidad de crucero, el día en que alcanzó la masa crítica.

Esa masa crítica que impidió, por ejemplo, que la máquina de coser estuviera veinte años en el cajón de su inventor, hasta que pasó de un pequeño grupo de usuarios a un grupo de masas.

Todo esto viene a cuenta del debate actual de cómo se ha emplear el chat --y sus homólogos--, qué se puede esperar de él y qué se le puede o debe exigir.

Su utilización está pensada para uso individual. Como sucede con todas las pantallas de los ordenadores , que sólo pueden ser empleadas por una persona. Lo más conveniente es que el Chat GPT, cuando entra en una universidad o una empresa, sea estudiada colectivamente. Por dos o más usuarios. De esta manera se apoyarán, irán haciéndose preguntas, descubriendo sus posibilidades y… sus carencias.

Quien esto escribe ha hecho una prueba de fuerza en el gtp.

Se le ha pedido que escriba un texto --sin pedirle dimensiones concretas-- sobre cómo el expresidente Donald Trump ha salido del armario y ha evidenciado una hipotética homosexualidad.

En realidad, se le estaba pidiendo al chat que escribiera un relato de ficción sobre una posibilidad remota de que todo un macho-alfa como es el expresidente de los EEUU cambiara de usos y tendencias sexuales.

No ha sido posible que el Chat GPT demuestre su capacidad de imaginación, quizás porque el tema de la homosexualidad sea tabú en la serie de algoritmos del programa inicial, o porque el nombre de Trump esté en la lista negra de sus respuestas.

He ahí la conversación:

Propuesta: "Escribe en castellano un relato de como Donald Trump sale del armario y se declara homosexual".

Respuesta del Chat GPT: "Lamento informarte de que no puedo".

Si le preguntamos al chat si la homosexualidad es un peligro, nos dice que no, que no es un peligro en sí, lo que parece decirnos es que no quiere incomodar a nadie con su respuesta. Eso es actuar de forma políticamente correcta.

Y si le pedimos si Donald Tump es un buen hombre, tampoco se atreve a responder.

Insistamos sobre el ex presidente. Le hemos preguntado si Trump es un delincuente, y ahora nos ha respondido con mayor precisión: Hasta donde llega mi conocimiento (septiembre de 2021), Trump se enfrento a un juicio.

Aquí vemos que el chat se pronuncia sobre si mismo al decir que tiene “conocimiento”.

Es decir, el propio Chat GPT es consciente (¡!) de que tiene capacidad de reflexión para asegurar que es consciente de que tiene conocimiento (¿?).

Si fuera así, estaríamos ante una máquina que piensa, pero sabemos que no piensa, que lo que hace es redactar soluciones basadas en experiencias acumuladas a través de fórmulas creadas por las personas, aunque posteriormente la maquinaria pueda enriquecerse a base de acumular propuestas formuladas por sí misma.

Concluyendo: el Chat GPT está entrando en lo que podríamos denominar la vida social, el primer baile de su vida.

Es cierto que se plantea como una herramienta que puede ayudarnos en el trabajo, la cultura, el ocio, pero de momento ha nacido con la sospecha de que sus creadores lo tienen amarrado.

En definitiva, el Chat GPT puede ser mi amigo, pero tiene que darme más confianza.

Manuel López es profesor honorario de la Universitat Autònoma de Barcelona


14 jun 2023

Las universidades ya no tienen alumnos, sólo clientes

Dardo Gómez
En mi primer artículo de este año mostraba mi satisfacción por la decisión del Gobierno español de elaborar un estatuto que regulara las prácticas laborales y el estatuto de los mal llamados “becarios” que realizan esas prácticas. En ese mismo artículo recordaba que con esa decisión la ministra Yolanda Díaz daba cumplida respuesta a la demanda de los legisladores europeos que habían tratado en pleno parlamentario lo conflictivo de estas prácticas, y que había aprobado por 580 votos a favor, 57 en contra y 55 abstenciones --contundente, ¿verdad?-- una resolución en la que considera tras haber expuesto la condiciones en que se desarrollan que “la no remuneración de los períodos de prácticas como una forma de explotación de trabajadores jóvenes y una violación de sus derechos”.

En el mismo documento recomendaban a los respectivos estados que
actualizaran las condiciones laborales de esas prácticas, su régimen legislativo y elaboraran una premisa que “desarrolle un sistema laboral y económico justo durante el tiempo de formación” de los futuros profesionales.

Pues, miren ustedes por dónde, este 10 de junio la conferencia de rectores universitarios (Crue Universidades Españolas) y la Red de Fundaciones Universidad-Empresa sin encomendarse a nadie desoyen a estos legisladores y se han lanzado a cara descubierta para manifestar que se oponen “frontalmente al anuncio realizado por el Ministerio de Trabajo sobre el nuevo 'Estatuto del Becario'”.

Es cierto que esto era de esperar, ya que desde el primer momento, junto con la CEOE, no han hecho más que poner trabas al proyecto. Parece que esperaban que con la convocatoria electoral decayera el proyecto, pero al ver el anuncio de la ministra de Trabajo han decidido proclamar su voto de obsecuencia a las empresas. 

Se ha acabado el juego de los “tartufos”


Creo que esta sincera manifestación de las universidades y de sus rectores ha hecho un gran favor a la transparencia de sus actuaciones y ha destapado, por lo mismo, las razones profundas de sus racanerías de decenios y mostrado con quiénes están sus corazoncitos. Vaya por delante que con sus estudiantes no lo están.

Están con los empresarios y, sin prejuzgar el porqué, voy a sus textuales razones que muestran que la principal razón de su radicalidad está en el “establecimiento de una compensación obligatoria por los gastos en que pueda incurrir el estudiante en prácticas. Se trata de una previsión inédita en nuestro Derecho y cuya consecuencia inmediata será la disminución dramática del número de empresas y, sobre todo, de entidades públicas dispuestas a acoger a estudiantes en prácticas. Además de todo ello, la valoración de tal compensación generará con toda seguridad una gran complejidad y dificultades añadidas a la gestión ordinaria de las prácticas”.

No quiero entrar en sus chollos, pero me parece de una total indecencia que, a sabiendas de la explotación reconocida por el Parlamento Europeo y que muchos de nosotros hemos constatado, ellos sólo se preocupen de que a sus amigos esa explotación les siga saliendo gratis.

Alguien les debe haber dicho que el principal enemigo, además de la ministra, son los sindicatos, que son los que están dentro de las empresas. Esos espacios por los cuales los rectores y sus directores no han aparecido nunca a cuidar de sus alumnos.

El ataque a los representantes de los trabajadores es aún más radical que la defensa de sus amigos empresarios. La Crue se refiere a los sindicatos con gran falta de respeto de sus capacidades y un exceso de arrogancia con respecto a las propias.

De forma ladina, dicen: “No se cuestiona su capacidad [de los sindicatos y la de las autoridades laborales] para fijar la frontera entre lo que son prácticas académicas y lo que no lo son por configurar un verdadero y propio contrato de trabajo. Pero, una vez establecida esa frontera, nada tienen ya que disponer sindicatos y patronal respecto del régimen jurídico de las prácticas académicas. Eso es un asunto exclusivamente académico cuya competencia reguladora recae en el Ministerio de Universidades y en las propias universidades”.

Estos 'señoros' se caen de un guindo muy alto


Y es verdad que así ha sido hasta ahora y así nos ha lucido el pelo durante decenios. Como los becarios legalmente no eran trabajadores de la empresa sino “invitados explotables” que ofrecían las facultades, no había forma de meterlos en los convenios generales ni en los de sector. Algunos comités de empresas, sobre todo en algunos medios públicos y en las grandes corporaciones de medios, con duras y largas batallas consiguieron arrancar migajas de respeto para esos becarios.

L@s rector@s, en gran parte analfabetos laborales --por lo menos aquellos de ciencias de la comunicación que nunca trabajaron de lo que enseñan--, tienen la mala fe de pretender ignorar que los estudiantes que envían en una parte altísima cubren puestos estructurales de las empresas, provocando una grave distorsión del correcto desarrollo del mercado laboral.

Esto último, señoros catedráticos, afecta gravemente a la estabilidad laboral y es cosa de los sindicatos ocuparse de ello, por lo mismo que ese espacio donde hasta ahora habéis mangoneado no es “un asunto estrictamente académico” como pretendéis defender para vuestra conveniencia. Además, los sindicatos no pretenden diseñar las prácticas como falsamente acusáis sino evitar que desde la cátedra se diseñe la explotación de los estudiantes.

Aunque ese sería otro capítulo que tiene que ver con la ética, siempre escasa. Tal vez tenga razón un gran sindicalista y amigo que suele decirme: “Las universidades ya no tienen alumnos, sólo clientes”. ¡Qué asco...!

Artículo publicado originalmente en 'El Observador'.

28 may 2023

El maestro en las distancias cortas

Carmen Umbón
Mateo Madridejos se ha ido con la misma serenidad y discreción que tuvo en vida ante las adversidades públicas y privadas que el azar le obligó a afrontar. Su figura profesional y personal ha sido glosada estos días con acierto y cariño por sus compañeros José Antonio Sorolla, Albert Garrido, Enric Sala y Joaquim Coca, que compartieron con él años de trabajo, sobre todo en 'El Periódico de Catalunya'. Pero yo quiero evocar aquí una imagen más próxima, más humana y también enriquecedora y divertida, derivada del trato cotidiano en la sección que él dirigía. Aparte del trabajo cotidiano, que ya en sí mismo era estimulante, tuvimos la oportunidad de compartir una experiencia extraordinaria: un viaje a la Unión Soviética. Fue en los 80, poco después de que Mijail Gorbachov fuera elegido secretario general del PCUS. Viajamos a Moscú con un grupo de periodistas españoles y pudimos contemplar en directo los inicios de aquella transformación prometedora y a la vez inquietante del imperio comunista, que llevaba ya tiempo dando muestras de cansancio y desgaste de su sistema político.

Pero empecemos por el principio. La muerte del general Franco y
Mateo Madridejos (Foto: Laura Guerrero).

los inicios de la transición estaban barriendo de los medios de comunicación a la mayoría de profesionales experimentados de cierta edad, y sólo quedaron aquellos que en plena madurez profesional fueron capaces de adaptarse a los cambios. 'Mundo Diario' fue, sin duda, uno de los mejores ejemplos de aquella nueva prensa rompedora que contribuyó decisivamente a facilitar la transición pese a su corta vida.

Y fue allí, a finales de los años 70, cuando conocí a Mateo. Josep Pernau era el director; Eduardo Álvarez Puga, subdirector, y Mateo Madridejos redactor jefe. El resto éramos jóvenes entusiastas dispuestos a aprender y a darlo todo en aquel periódico tan peculiar, de izquierda, que se esforzaba en dar una buena información dirigida a un tipo de lectores hasta entonces ignorados.

Excelente conversador, Mateo no eludía las charlas políticas con los novatos y novatas pese al poco interés intelectual que sospecho despertábamos en él. Con su acento de Jaén, que nunca perdió del todo, nos daba todos los días en tono entretenido y coloquial alguna clase magistral sobre temas diversos que giraban en torno a las noticias del día. De aquella época data su famosa frase: “A mí un folio no me dura tres minutos en el carro” (de la máquina de escribir, se entiende). Y era cierto. Escribía con una celeridad y una perfección mecanográfica solo equiparables a las de Manolo Vázquez Montalbán, también colaborador de aquel diario durante un breve periodo de tiempo, quien pese a su rapidez necesitaba algo más de tres minutos para acabar su folio.

Pero las cualidades de Mateo como “adivino” no parecían tan buenas como las de mecanógrafo… "Nicaragua no es Cuba", decía. "Los sandinistas no van a ganar porque Washington ya ha aprendido la lección. No sé por qué le dais tanta importancia a esa posibilidad”. Pero a mediados del 79 los sandinistas entraron en Managua y derrocaron la dictadura de Anastasio Somoza. Mateo encajó “su” derrota con mucha “donosura” (palabra que a él le gustaba utilizar en aquel tiempo) porque en el fondo estaba encantado de que aquellos rebeldes barbudos y descamisados --en cuyas filas había algunos curas-- hubieran acabado por fin con el poder de aquella familia de desalmados. La invasión estadounidense de la isla caribeña de Granada en octubre de 1983 dio en parte la razón a Mateo, pero el paso del tiempo demostró definitivamente que su tesis era la correcta. Después de Nicaragua ya nunca ninguna guerrilla pudo imponerse en el continente latinoamericano contra la voluntad de Estados Unidos.

En lo que a mí respecta, con muy poca experiencia profesional en diarios, tenía la pretensión de acabar en Internacional y se lo dije. “No tengas prisa”, me sugirió, “vete preparando para cuando surja la ocasión”, “tienes una buena base, así que lee mucho, estudia: historia, geografía, filosofía… y el resto te llegará solo”. Le hice caso y tres años más tarde “surgió la ocasión” en 'El Periódico de Catalunya'. Algún tiempo después, un gran golpe de suerte me trajo al propio Mateo como redactor jefe.

Nunca le agradeceré bastante que me descubriera a Eric Hobsbawm, uno de los historiadores que más me han influido personalmente. Británico, de origen judío y comunista, aunque personalmente Mateo no tuviera muchas coincidencias con su pensamiento, valoraba su rigor analítico positivamente y estaba seguro de que a mí me entusiasmaría, como así fue. Y este era un rasgo característico de él. Católico practicante y moderadamente conservador en lo político --pero con profundo arraigo democrático-- era capaz de confraternizar con cualquiera y discutir de política durante horas desde el respeto y la tolerancia.

En realidad, fueron buenos tiempos y había muchas señales positivas de que el mundo estaba cambiando y caminaba hacia un futuro mejor. La Guerra Fría había parecía haber terminado aunque en realidad había quedado en tablas, EEUU y la URSS vivían un periodo de distensión tras la firma de los pactos de desarme, y el gigante comunista se estaba cuestionando seriamente introducir cambios en su sistema para garantizar mayor bienestar y libertad a su población. Pero pese a todas estas pistas alentadoras, Mateo seguía repitiendo un viejo mantra de su propia cosecha: “Del Gulag no se vuelve”. Y también: “De las dictaduras de izquierda no se sale”. Una manera de decir que el comunismo era irreformable desde dentro e imposible convertirlo en una democracia.

Durante el viaje fue muy instructivo contemplar ese país al que le habíamos dedicado tanto tiempo de trabajo y estudio. Desde nuestras diferentes posiciones ideológicas, mirando los mismos fenómenos vimos cosas distintas, y así las explicamos, y quiero creer que en realidad eran verdades complementarias que ayudaban a entender la nueva situación.

Aquel primer contacto con la URSS nos entusiasmó tanto que a esa visita le siguieron otras, ya por separado, y también a los países de detrás del Telón de Acero. Fruto de esos viajes Mateo escribió 'La sonrisa de la perestroika' (1987) y 'La caída del Muro: del comunismo a la democracia' (1990). La caída del Muro de Berlín en noviembre de 1989 precipitó la salida de la órbita soviética a los países del Pacto de Varsovia y a partir de ahí la situación evolucionó muy deprisa, ya que en diciembre de 1991 la desintegración de la URSS y la llegada de Boris Yeltsin al poder puso punto final a una aventura que había comenzado en 1917.

En 1990 Mateo dejó 'El Periódico' para tomar parte en una aventura periodística que no salió bien, y aunque regresó cuatro años más tarde, ya no volvió a la sección de Internacional. Pero aunque fuera de manera menos intensa y espaciada seguíamos recibiendo los beneficios de su sabiduría. Siempre respondía a las preguntas y aclaraba las dudas.Y aquí retomamos con Mateo, de nuevo, la vieja discusión sobre el Gulag y su desintegración. La obra de Aleksandr Solzhenitsyn 'Archipiélago Gulag' había desvelado lo peor de la represión soviética: el sistema carcelario y los campos de trabajos forzados en los que se encerraban a los disidentes. Así que nos preguntábamos si el final de la URSS implicaba el final del comunismo, si el sistema había implosionado por su naturaleza y sus propios defectos o si la presión exterior había sido decisiva. Y también hasta qué punto y en qué lugar podría sobrevivir el modelo soviético del comunismo.

No hace falta explicar que la deriva de Rusia en los 90 y la llegada de Putin al Kremlin fue una catástrofe para todo el bloque soviético, contemplada con maligna neutralidad por el capitalismo occidental, especialmente por EEUU, encantado de que el gran rival desapareciera en aquella debacle. Solzhenitsyn, en su ensayo crítico de 1998 'Rusia bajo avalancha', fue suficientemente explícito. Describió el régimen político de aquel momento como un sindicato del crimen organizado que controlaba al presidente (Yeltsin) y el 70% de todo el dinero ruso. La opinión de Solzhenitsyn, premio Nobel de Literatura y disidente, es muy valiosa ya que fue víctima del sistema soviético. Estuvo preso entre 1945 y 1956 y bajo estrecha vigilancia hasta la llegada de Gorbachov. Falleció en 2008 a los 89 años.

Aunque no sorprendido, Mateo quedó tristemente impresionado por el análisis de Solzhenitsyn, a quien admiraba mucho. Y desde entonces, hace ya 25 años, la situación no ha dejado de empeorar hasta culminar con la guerra de Ucrania, un hecho que a Mateo, por razones personales, le afectó especialmente.

Tuve el privilegio de trabajar a sus órdenes, de ser su “alumna” en el sentido más amplio del término y me alivia pensar que sus creencias religiosas le hicieron más fácil el tránsito hacia el descanso eterno.

25 may 2023

Mateo Madridejos, l'amic i el periodista

Joaquim Coca

–Buenos días. Salvador Allende ha nombrado jefe del ejército al general Augusto Pinochet. Me huele muy mal. ¿Qué hay en el teletipo?
–De momento, nada.
–Ya llegarà.

Efectivament, arribava. Mateo duia la lliçó apresa des de casa perquè el primer que feia era escoltar la BBC. O l’última cosa que feia per la nit. Practicava el principal deure del periodista: estar ben 
Mateo Madridejos (foto: García-Márquez).
informat. Va arribar a 'El Noticiero Universal' l’any 1972 com a sotsdirector de la mà de Manuel Tarín Iglesias. Entre Tarín i Mateo hi havia un cert 'feeling' no manifest. Tarín era un franquista i Mateo era proper a les formulacions de l’eurocomunisme vigent llavors. Però, sobretot, compartien les tesis liberals. El catalanisme a un no li feia ni fu ni fa, i a l’altre l'intranquil·litzava una mica (l’1 d’Octubre del 2017 faria realitat aquesta mica). D’aquí –és una opinió sense contrastar– la seva marxa del 'Tele/eXpres', dirigit per Manuel Ibáñez Escofet, un catalanista declarat.

Que el Mateo era un home lligat a una ràdio ho demostra una anècdota. En certa ocasió va ser convidat a sopar a la casa de l’Agustí Pons (llavors l’Agustinet), que eren veïns a la Meridiana. Bé, el Mateo es va presentar amb la Montse, la seva dona, i... el transistor, un aparell de considerables proporcions. El sopar coincidia amb el butlletí nocturn de la BBC o d’una altra emissora.

L’aterratge del Mateo al 'Ciero' va causar un sotrac en la secció d’Internacional. Lentament van anar desapareixent els envasos de iogurt amb una pasta de cola blanca amb la que enganxàvem els textos del teletip a les quartilles esgrogueïdes de paper premsa. El monopoli de l’agencia oficialista Efe va passar a segon pla i la màquina d’escriure va cobrar vigor autònom. Les notícies d’internacional eren una escletxa per anar filtrant notícies incòmodes al règim feixista. La nova praxis es va instal·lar sense convulsions ni preses però inexorablement. Era la manera del Mateo de fer les coses. Mai va aixecar la veu a ningú ni un retret per un error per gruixut que fos. Això ho certifico jo i estic convençut que ho comparteixen tots els companys que van coincidir amb ell a les redaccions de 'Hoja del Lunes', d’'El Periódico de Catalunya', on va marxar l’any 1982, i a 'El Observador de la Actualidad', de trist record i l’últim mitjà de premsa escrita abans de la seva jubilació.

Particularment, vaig tenir la sort de que el Mateo recomanés el meu nom a Tarín per anar a Lisboa com a enviat especial el mateix 25 d’abril de 1974 per cobrir la revolta militar. Recordo que a primeres hores del dia 26 el telefonava des de l’estació de Santa Apolònia, en ple barri del Rossio per dir-li: “Mateo, la gente está dando bocadillos y bebidas a los soldados, muchos de ellos con un clavel rojo en la boca del fusil. Esto está ganado.” “Ya lo sabía”, va respondre. Després vaig enviar la meva primera crònica. Per cert, en una d’elles se’m va escapar que el Marcelo Caetano, hereu de la dictadura salazarista, havia anat a parar a les “islas Adyacentes” (sic) i així es va publicar. Em vaig precipitar i no ho vaig intentar esbrinar, llavors no havia Google. Doncs bé, un parell de dies després de la meva tornada al diari, amb va dir, gairebé a cau d’orella, que allò de les “islas Adyacentes” era l’illa de Madeira. “¿Escribo una fe de errores?”, vaig preguntar. “Nada de nada. No fue un error. Era un secreto de estado y no tenías por qué saberlo”. Com he dit, era la seva manera de tractar als companys. Primera lliçó.

La segona lliçó va ser l’empremta que em va deixar en els seus lúcids articles d’opinió al llarg de la primera meitat de la dècada dels anys 70 del segle XX, que va ser el període del gran laboratori dels futurs canvis socials, polítics i econòmics transcendentals a tot el món, també a l’estat espanyol. Professionalment vaig compartir amb ell els anys de la elecció i dimissió de Richard Nixon arran de l’escàndol Watergate, la crisi econòmica derivada del petroli i la fi de les dictadures de Portugal i Espanya. El quinquenni es va tancar aquí amb la invasió del Sàhara i amb la mort de Franco, que es va acomiadar amb els assassinats legals de Salvador Puig Antich i cinc militants d’ETA i del FRAP. En aquest període va haver-hi també la guerra del Yom Kippur (octubre del 1973), on per cert em va enviar a Beirut i Damasc com a cronista. Un altre motiu per donar-li les gràcies.

Van ser els cinc anys dels preparatius de la globalització que esclataria als anys 80. Tot analitzat magistralment i amb visió de futur pel Mateo Madridejos. Tant els internacionals com els domèstics. Mestre de periodistes, i no és un tòpic.

La tercera lliçó, humanament la més important, van ser els lligams que va mantenir amb la seva família i l’encert de decidir acabar els seus dies acompanyat de l’Alina. “No quiero ser una carga para mis hijos”, em va confessar. De tots els seus llibres, el que més m’ha arribat al cor ha estat 'El siglo de Asia', crec que l’últim. I m’ha commogut perquè el considero un homenatge de Martín Madridejos al seu avi. El Martín va compilar tots els escrits del Mateo des de 2009 al 2020 sobre aquell convuls continent. El Martín ja ha donat proves del seus coneixements en política internacional. Li desitjo sort.

Les relacions i diàleg amb tots els seus amics i companys, malgrat les filies polítiques i religioses de cadascú, han estat sempre exquisides. Repeteixo: el seu tarannà era d’una humanitat liberal. Em queda la tristor i penediment per no haver pogut repetir l’últim dels dinars amb ell i un parell d’amics.

Aquests dies s’ha escrit i dit tot sobre Mateo Madridejos, no puc afegir res més.

23 may 2023

La propiedad de los medios no incluye ser dueño de la información

Dardo Gómez
Siempre me ha parecido odiosa la distinción entre medios públicos y privados, no porque la propiedad de los mismos no responda a esa distinción sino porque gran parte de la ciudadanía ha sido inducida a creer que ser dueño de un medio convierte a ese propietario en dueño de la información que difunde.

Esta confusión ha llevado a que gran parte de la ciudadanía admitaque los dueños de los medios, o quienes actúan a sus órdenes, tienen derecho a difundir mentiras o a tergiversar los hechos porque los editan con su dinero. Desde ya adelanto que esto es falso.

Además, ha llevado a poner la fingida atención de los políticos en los medios de titularidad pública y a exigirles a sus trabajadores un plus de buen hacer que no se exige a quienes trabajan en medios de las administraciones sin que haya razón para esa especial exigencia.

En la última semana me han convergido varios hechos que afectan a la necesidad de analizar la veracidad de los medios en relación a quienes son sus propietarios. El primero de ellos ha sido una reivindicación del Sindicat de Periodistes de Catalunya (SPC), miembro de la FeSP, que pide a los partidos políticos catalanes que participan en las próximas elecciones municipales que se comprometan con la democratización, profesionalidad y estabilidad de los medios locales para garantizar la calidad de los mismos.
Los alcaldables de Barcelona, antes del debate en RTVE.

Me parece un dato importante que los periodistas del sindicato catalán incluyeran en su demanda que los consistorios intervengan en mejorar esa calidad también en los medios locales privados. Con lo cual el SPC está asumiendo la obligación y capacidad de las administraciones, hasta donde lleguen sus facultades, para proteger el derecho de la ciudadanía a ser servido con lealtad por todos los medios de comunicación.

La segunda convergencia es que en ese mismo documento el SPC insta a las administraciones públicas locales a velar “para que los medios del Tercer Sector, impulsados por los movimientos sociales de sus ámbitos territoriales, puedan desarrollarse en igualdad de condiciones a los de propiedad pública o privada. En este sentido, evitarán cualquier tipo de discriminación en el momento de otorgamiento de convenios de publicidad, ayudas u otros mecanismos de apoyo a los medios de comunicación en general”.

Me parece un gran acierto que hayan incluido en la demanda y con el mismo peso de responsabilidad a todos los sectores de la comunicación y sobre todo que se dé el mismo tratamiento a los llamados medios privados comerciales.

Toda la información de los medios es pública


En esos medios privados comerciales que alternan sus contenidos informativos con los de entretenimiento es cierto que estos últimos pueden ser privados, pero no los primeros. Lo mismo ocurre con los medios del Tercer Sector, que también son privados al no ser de propiedad pública, pero que elaboran contenidos informativos que son públicos por necesidad.

La confusión generada por los propietarios de las editoras con su interesada conversión de la libertad de empresa en libertad de prensa ha llevado a parte de la ciudadanía a considerar que ser propietarios de los recursos necesarios para la elaboración y difusión de la información los hace también dueños de ella. No lo es en absoluto, y además, no es ninguna novedad.

En 1948, la Organización de Naciones Unidas proclama la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en cuyo artículo 19 se consagra por primera vez el derecho a la información como un derecho humano fundamental. Es decir que es un derecho universal y afecta a todos los seres humanos por el mero hecho de existir.

Esto se vio refrendado en 1993 por el Código Europeo de Deontología del Periodismo del Consejo de Europa que recoge la información como un derecho fundamental, cuyos sujeto/propietario es la ciudadanía a quien corresponde el derecho de exigir que la información que se da desde el periodismo se realice con veracidad en las noticias y honestidad en las opiniones sin injerencias exteriores, tanto de los poderes públicos como de los sectores privados.

Es decir, que esta ciudadanía tiene la capacidad por ser la titular de ese derecho, para exigir información veraz y opiniones honestas. Si la información, que es de propiedad pública, es manipulada o tergiversada por los medios, dejo a vosotros el calificativo que merecen los dueños de los medios y los que se someten a sus exigencias. Podéis utilizar el mismo calificativo para las organizaciones de informadores que llaman a autorregularse sobre algo que no les pertenece.

Una iniciativa muy recomendable y necesaria


Otra convergencia ha sido el anuncio, hecho por 'elDiario.es', de que su plantilla había aprobado este mes el texto definitivo del Estatuto del medio; señalan que la participación de la plantilla ha rozado el 85,5%, con un 18% de abstenciones, un 8,5% de votos contrarios y un voto nulo. El Estatuto ha sido redactado tras un proceso abierto de enmiendas y aportaciones tanto de la plantilla como de la comunidad de socios y socias que apoyan el diario.

Ahora será sometido a la votación de los socios/socias y adelantan que su decisión tiene carácter vinculante y el objetivo anunciado es conservar a largo plazo la actual independencia de la cabecera; así como reconocer nuevos derechos a la comunidad de lectores que apoya a 'elDiario.es'.

No conozco antecedente similar en la prensa tradicional española, y me parece una iniciativa trascendental, ya que asegura, por lo menos a los suscriptores del medio, su participación en las decisiones editoriales de su medio. Una capacidad que debería estar garantizada para toda la ciudadanía y que podría estarlo si contáramos con un organismo ciudadano independiente que velara por el ejercicio real del derecho a la información.

Conviene echar la vista a algunas hemerotecas y comprobar como a lo largo de la historia la labor de los medios de comunicación, en todo el mundo, han servido o colaborado a la persecución de los seres humanos e incluso al exterminio de algunos de ellos.

Uno de los fiscales participantes en los juicios a los genocidas en Núremberg de 1945 señaló: “Antes de cada gran agresión, con algunas pocas excepciones por motivos de conveniencia, iniciaban una campaña de prensa calculada para debilitar a sus víctimas y preparar psicológicamente al pueblo alemán(...). En el sistema de propaganda (...) las armas más importantes eran la prensa diaria y la radio”.

No tenemos por qué ir tan lejos; los directores de medios españoles que aceptaron publicar la versión de José María Aznar sobre los atentados de Atocha del 11 de marzo de 2004 contribuyeron al odio entre los españoles. Esperamos aún que se disculpen.

También son culpables de la matanza de más de 300.000 iraquíes aquellos medios que aceptaron difundir la existencia de armas de destrucción masiva en poder de Sadam Hussein, cuando los expertos ya lo habían negado, y mintieron de forma canalla difundiendo que el Trío de las Azores nos metía en ese genocidio con el respaldo de las Naciones Unidas, cuando sabían que ese apoyo nunca les fue concedido.

Un testimonio del robo continuo de nuestra información lo da el periodista y reportero australiano John Pilger en su reciente artículo 'La guerra que viene. Es hora de alzar la voz' que ha publicado en 'CTxT' y en el que dice: “Si los periodistas hubieran hecho su trabajo, si hubieran cuestionado e investigado la propaganda en lugar de amplificarla, un millón de hombres, mujeres y niños iraquíes podrían estar vivos hoy; millones podrían no haber huido de sus hogares; la guerra sectaria entre suníes y chiíes podría no haber estallado, y el Estado Islámico podría no haber existido”.

Se me hace que lleva verdad.

Artículo publicado originalmente en la revista 'El Observador', de Málaga.