Jose Sanclemente
Siempre he dicho que el Partido Popular ha sido muy expeditivo en tomar rápidas y contundentes decisiones en lo que hace referencia a los medios de comunicación. Ahora se anuncia que la agencia Efe se podría integrar en TVE y que si gana el PP entraríamos en el modelo televisivo propuesto por UTECA (las teles privadas) en el que las televisiones públicas tendrían un eje común y troncal con desconexiones para aligerar los costes en los que están inmersas.
Allá por el 2003, ya el gobierno valenciano del PP encargó un estudio para privatizar Canal 9. El gabinete jurídico de Garrigues, la propia directora de Canal 9 y varios ejecutivos de la televisión valenciana elaboraron unas bases para sacar a concurso una televisión que ya era muy deficitaria y que estaba anquilosada y enquistada de compromisos. El criterio era adjudicar a terceros la intermediación publicitaria, el servicio de edición de los informativos --no sus contenidos que seguirían siendo de exclusividad del núcleo duro de Canal 9--, el suministro de programas y el servicio técnico de emisión de esos programas.
En aquel tiempo concurrieron todos los grandes grupos al concurso : Prisa, Mediapro, Unedisa, Vocento y alguna UTE de productoras valencianas. Eran otros tiempos en el que corría la publicidad por los medios y la industria audiovisual privada vivía con cierta holgura. El concurso fue anulado judicialmente porque la ley del "tercer canal" impedía privatizar los servicios públicos televisivos. Todo se quedó en nada.
Ahora el PP, con una previsible mayoría, podría efectuar los cambios necesarios en la ley para afrontar una privatización "como Dios manda", según le gusta decir a Rajoy. Solo que ahora la situación es bien diferente: las arcas públicas están vacías y con deudas enormes y el sector audiovisual privado está más concentrado, empobrecido y endeudado que nunca, lo que llevaría a que las condiciones de trabajo de los técnicos y periodistas de televisión se degradarán al pasar al sector privado.
Lo estamos viendo ya cuando los medios privados acuden a la externalización de muchos de sus servicios en empresas y productoras que reducen drásticamente los salarios de los profesionales.
Es cierto que la vida está dura para todos y que estamos asumiendo la terrible realidad de la enorme cifra de parados como un bálsamo para aliviar las mermas en las condiciones salariales, y que ello aparezca como un mal menor, pero en el sector de los medios la realidad es que la degradación en las condiciones de sus profesionales todavía no ha alcanzado el suelo previsible si se apunta en la dirección en la que apunta el PP.
La apuesta de concentrar la gestión de Efe en el macroente televisivo público, amén de la concentración de poder mediático que significa, no amaga una reestructuración profunda de los servicios informativos de la agencia y, por tanto, de sus periodistas. La pluralidad vivida en estos años de gobierno socialista y la mejora en la gestión de Efe en la que se empeñó su presidente, Alex Grijelmo, está en peligro de extinción. Muchos de sus periodistas, también.
Segurísimo que hay que reconducir el despilfarro público de los canales autonómicos y de la televisión estatal, también el gasto de los medios privados --como los periódicos-- que ven descender sus ventas y la publicidad, pero hágase con respeto y cautela hacia los ciudadanos y hacia los profesionales para que, igual que ya no somos un país para ingenieros y arquitectos, éste no acabe siendo, también, un país en el que no tengan cabida muchos periodistas.
(http://sanclementejose.blogspot.com/)
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