El quadern dels periodistes apocalíptics, integrats, optimistes i/o solidaris

EL QUADERN DELS PERIODISTES APOCALÍPTICS, INTEGRATS, OPTIMISTES I/O SOLIDARIS

25 oct 2024

Con todo el diario en la cabeza

Sebastián Serrano
Cuando empecé a trabajar con Ángel Sánchez, hace 50 años, con Franco todavía viviendo en el Palacio de El Pardo, la de periodista era una profesión que empezaba a ser prestigiosa, igual que la de político. Una generación de jóvenes políticos de convicciones democráticas, y también de jóvenes periodistas, se esforzaba por echar abajo la dictadura aunque ello aún comportara acabar en comisaría o en la cárcel.

El recién fallecido Ángel Sánchez era entonces el responsable de
la 
información política de 'Mundo Diario', el diario barcelonés que con más ímpetu apostaba por la democracia. Todavía recuerdo los debates de la sección que entonces se denominaba 'España' sobre la agónica enfermedad de Franco y los enrevesados partes médicos, y aquella sensación de esperanza, no exenta de incertidumbre, que nos invadió el día que falleció.

Durante varios años, la profesión de periodista siguió siendo de riesgo en España y Ángel lo pudo comprobar en carne propia. Él era colaborador de la revista satírica 'El Papus' cuando ésta sufrió un atentado mortal de la extrema derecha en septiembre de 1977, apenas tres meses después de las primeras elecciones libres.

Dotado de una gran memoria y de un archivo particular que le consumía una buena parte de su tiempo, tanto el de trabajo como el de ocio, Ángel ponía constantemente en evidencia a los políticos en el poder. Al principio eran los franquistas y más adelante todos los demás. Con el tiempo, la complicidad de periodistas y políticos para alcanzar y reforzar las libertades derivó en muchos casos en un cierto conchabeo al consolidarse la democracia. Ángel no cayó en la trampa. Su espíritu crítico se mantuvo aunque ello tuviera un coste para él.

Su memoria también le permitía tener todo el diario en la cabeza. Ángel Sánchez era el responsable de la información política cuando se puso en marcha 'El Periódico de Catalunya' en octubre de 1978, pocas semanas antes de la aprobación en referéndum de la Constitución. Muy pronto accedió a puestos de dirección en los que siempre desempeñó un papel crucial: llevar todo el contenido del diario en la cabeza. Más aún: llevar todo el contenido del propio diario comparado con los demás periódicos de la competencia. Su espíritu crítico también lo aplicaba al propio diario aunque ello tuviera un coste para él.

Ángel Sánchez amaba el periodismo, pero no más que a su familia. Padre de un niño y tres niñas, llevaba a rajatabla la conciliación de la vida profesional y familiar cuando el término conciliación ni siquiera se utilizaba. Era una excepción. Muy pocos periodistas varones actuaban como él.

Durante dos décadas nuestros caminos profesionales se alejaron. El nunca dejó 'El Periódico' hasta que se jubiló en el 2006. A mi vuelta a ese diario, cuando el prestigio de la profesión de periodista era ya escaso, Ángel mantenía su independencia y su espíritu crítico. De hecho, los artículos que escribió tras la jubilación mantuvieron la mordacidad de siempre. Ha sido coherente hasta el final.

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