El quadern dels periodistes apocalíptics, integrats, optimistes i/o solidaris

EL QUADERN DELS PERIODISTES APOCALÍPTICS, INTEGRATS, OPTIMISTES I/O SOLIDARIS

9 ene 2015

Los periodistas pasan cuentas a Jordi Pujol

M. Eugenia Ibáñez
¿Qué hacían los medios de comunicación catalanes mientras Jordi Pujol acumulaba dinero en el extranjero? ¿Informaron con rigor de sus asuntos privados? ¿Investigaron los, en ocasiones, confusos negocios y actitudes de su esposa, hijos y colegas diversos? ¿Informaron con libertad? ¿Actuaron como comisarios políticos del
Jordi Pujol i Miquel Coll Alentorn, amb periodistes, durant la nit del 23-F.
 Gobierno catalán? ¿O quizá se sometieron durante 23 años al 'president' de la Generalitat, a sus habituales “ara no toca” y a los cantos de sirena del llamado “oasis catalán”, donde nunca pasaba nada, donde todo se desarrollaba conforme a la ley y el derecho? Tras la confesión del pasado 25 de julio, cuando Pujol anunció urbi et orbi la regularización del dinero mantenido en el extranjero durante 30 años, los medios de comunicación iniciaron un goteo de datos sobre las posibles irregularidades de la gran familia Pujol durante ese tiempo. Pero, ¿por qué entonces y no en los años anteriores? ¿Por qué callaron durante tanto tiempo si todos han venido a decir que ya sospechaban, que ya se sabía? ¿Cuál ha sido la responsabilidad del periodismo en el silencio que durante 30 años ha dado protección al mayor escándalo vivido en Catalunya desde la llegada de la democracia?

La respuesta la ha dado ahora el propio periodismo desde su más
Pujol, envoltat de periodistes, l'estiu passat a Queralbs.
alta instancia de representación profesional. Los cinco exdecanos vivos del Col·legi de Periodistes de Catalunya que coincidieron durante diversas etapas con el mandato de Pujol han juzgado el papel desempeñado por la prensa durante ese periodo y, en cierta manera, esos cuatro hombres y una mujer han entonado un mea culpa colectivo.

Las declaraciones, que reproduciremos parcialmente, han sido realizadas a 'Capçalera', revista oficial del Col·legi de Periodistes de Catalunya, y giran básicamente en torno al “Ara no toca”, frase con la que Jordi Pujol rechazaba las preguntas formuladas en rueda de prensa que no eran de su gusto, que le incomodaban, una forma de censura previa que nunca fue cuestionada por el órgano colegial, como tampoco lo son ahora las seudo ruedas de prensa donde el convocante no admiten preguntas.

“Ara no toca”


Salvador Alsius: “La frase se hizo tristemente célebre entre los periodistas catalanes y en muchas ocasiones no escondía otra cosa que una voluntad de dirigir con mano de hierro la agenda de los medios”.

Montserrat Minobis: “La expresión se convirtió en el paradigma de una época en la que se escondía una forma de hacer política que alteraba el ecosistema periodístico”.

Joan Brunet: “La actitud de Pujol hacia los medios de comunicación en general y hacia los periodistas en particular ha acabado por incidir en la calidad (forma y fondo) como una losa de la información política catalana que pesará en el sistema de comunicación”.

Josep Carles Rius: “El 'caso Pujol' interpela a toda la sociedad catalana y, en especial, a los periodistas. ¿Qué grado de culpa tenemos como profesión? A mi entender, mucha…tras la Transición, tanto la democracia, como el autogobierno y las libertades eran frágiles y los periodistas desarrollamos un instinto de protección, una mal entendida responsabilidad, que contribuyó al llamado oasis catalán que, en la práctica, ha sido como una ley del silencio muy bien aprovechada por quien consiguió identificarse con la idea de Catalunya”.

Josep Maria Martí: “Las más importantes patologías que genera la práctica del periodismo se deben a un problema de mala gestión de las distancias… durante la Transición el conjunto de la profesión estaba cerca de la gente y a una distancia más que prudente de los poderes fácticos. Con el paso de los años, los medios de comunicación comenzaron a pasar la actualidad por el filtro de la visión de los políticos y de las instituciones”.

Autocrítica y sumisión


Alsius: “El 'president' nunca tuvo una relación fluida con los informadores, ni durante sus incursiones como empresario de prensa ni como presidente, y sirva como ejemplo un papelito que circuló por las mesas de la redacción de TV-3 en el que aparecía escrita de su puño y letra (de Pujol) la pregunta que le debían formular los reporteros que cubrían uno de sus recorridos sabatinos por las comarcas catalanas”. “Ese dirigismo informativo encontró un terreno bien adobado en amplias capas del estamento profesional… una corte de periodistas de un determinado ámbito ideológico que mostraron siempre una actitud dócil ante los dictados del mandatario… y también un buen número de profesionales que, sin formar parte de los mismos cenáculos, estaban igualmente dispuestos a comulgar con cierta ruedas de molino cuando se sentían subyugados por la autoridad del personaje”.

Minobis: “Ahora sí es el momento de dar cuenta ante el país, ante un pueblo que necesita políticos y políticas honesta y tener como testimonios y transmisores de la realidad a una profesión periodística que, en un determinado momento, pecó por omisión ante un personaje que tanto influyó en la vida política y periodística del país”.

Brunet: “Periodistas y medios de comunicación dejamos en manos de Jordi Pujol la gestión de la agenda político-informativa catalana en detrimento –y esto es lo más grave- de los derechos de la ciudadanía a una información pública y a la transparencia”.

Rius: “Catalunya era frágil y, en consecuencia, no se podía hacer el juego a quien la atacaba desde fuera; Pujol era Catalunya y, por lo tanto, Pujol era intocable, primero, para buena parte de la ciudadanía que le otorgaba la mayoría absoluta y después para los medios de comunicación que renunciaron al espíritu crítico ante la hegemonía política obtenida por Jordi Pujol”. “El problema no es el silencio respecto al clan Pujol. Lo más grave es la renuncia a la tarea de fiscalización del poder por parte de la prensa”.

Martí: “Nos hemos convertido en altavoces acríticos y nos hemos arrodillado reverencialmente ante las declaraciones, presenciales o virtuales, sin preguntas, aceptando, además, una regañina cuando alguien plantea las preguntas que no tocan… hemos construido un oasis periodístico que es, realmente, un espejismo a base de hablar de temas recurrentes que fijan los que mandan”.

http://lamentable.org/

Altres articles de Paios sobre Jordi Pujol i els mitjans:

'Un club d'estomacs agraïts', per Cristina Palomar.

'Notes esparses…', per Joan Brunet i Mauri.

'El 'cas Pujol' i el periodisme que no va ser', per Josep C. Rius

1 comentario:

  1. Els que vàrem treballar com a periodistes en l'època Pujol, els que vam ser al peu del canó, hores i hores esperant en el Pati dels Tarongers que el president Pujol ens donés les seves rodes de premsa, els que ens vam sentir dir-nos "avui, això no toca", crec que no ens mereixem que se'ns posi en dubte la nostra professionalitat. Us recomano que els que éreu caps en les redaccions dels diaris, les emissores de ràdio o de televisió i que ara doneu la vostra opinió en aquest escrit, els que manàveu per sobre nostre, penseu honradament què hagués passat si un periodista dels d'a peu us hagués vingut amb una crítica al president de la Generalitat. Segur que en nom de l'empresa, això sí, ens haguéssim quedat sense feina. Per molt menys, jo vaig tenir més d'un advertiment i vaig estar a punt de no entrar en un diari per la meva relació indirecta amb el president Tarradellas. Penso que en cap cas teniu llicència per posar-nos en qüestió. Algun dia s'haurà d'explicar com funcionàven els mitjans en aquella època.

    Maria Àngels Llinàs

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